𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬 [+𝟐𝟏, 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋, 𝐑𝐄 𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.]

Capítulo 1:

    

                

                         RETURN.

        FEBRERO 22 2014, LONDRES, IGFD.

Amy.

El avión se sacude levemente mientras descendemos sobre Londres. Miro por la ventana, tratando de calmar la tensión en mis músculos. A pesar de estar acostumbrada a este tipo de misiones, el último encargo en Bali con los 14K me ha dejado más agotada de lo normal. Golpearles el negocio de drogas no fue fácil, pero cumplimos con nuestro deber. Respiro hondo, intentando dejar atrás el caos de esos días. Andrew, sentado a mi lado, no parece tan afectado. Sus ojos grises están fijos en la ventana, su expresión tan impenetrable como siempre.

Frente a nosotros, Ethan y Miles intercambian bromas, ignorando el cansancio que se acumula después de cada misión. Ethan, con sus ojos azules y su eterna sonrisa desafiante, no deja pasar una sola oportunidad para fastidiar a Miles, quien simplemente responde con sarcasmo y más risas. Adrien, siempre meticuloso, está en la fila opuesta, su atención dividida entre la conversación y una tablet donde revisa algún informe. Erik y Liam como de costumbre, están sumido en sus propios pensamientos, sus rostros serios reflejando la concentración que los caracteriza.

—¿Qué te pasa, fresita? —pregunta Adrien sin levantar la vista de la pantalla.

—Nada, idiota —respondo, sonriendo ante su apodo—. Solo pienso en cómo volver a la rutina. Ya sabes, sin que nadie intente matarnos cada dos segundos.

Andrew suelta una risa seca y me da una palmada en el hombro.

—Bienvenida a casa, Amy.

Finalmente, aterrizamos y salimos del avión. La central está tan animada como siempre, con soldados moviéndose de un lado a otro. El caos organizado que caracteriza estos lugares. A pesar del agotamiento, una parte de mí se siente aliviada de estar en un ambiente familiar. Mientras caminamos hacia el gimnasio, noto a Grace caminando con Thiago. Ethan, que siempre ha tenido algo con ella, la observa con una mezcla de celos y rabia contenida.

—Mira quién está celoso —le digo, dándole un codazo, disfrutando del tormento en su expresión.

—Vete al carajo, Amy —responde Ethan, fulminándome con la mirada.

Miles, Andrew y Adrien se ríen, disfrutando del espectáculo.

—Ethan, hermano, estás jodido —dice Miles, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Mejor admite que todavía la amas —añade Andrew, su risa resonando en los pasillos.

—Ya, déjenlo en paz —interviene Adrien, aunque sé que también se está divirtiendo con la situación.

Llegamos al gimnasio y empezamos a cambiarnos. Cada movimiento me recuerda las últimas semanas, las peleas, las balas rozando, las vidas que dejamos atrás. Pero no hay tiempo para rememorar ni lamentar, porque apenas terminamos, y ya nos requieren en la sala de conferencias. No hay descanso para los soldados, como siempre.

Mientras caminamos por los pasillos, Ethan sigue con el ceño fruncido, claramente molesto por Grace y Thiago. Es imposible resistirme a la tentación.

—Vamos, Evans, solo díselo. No seas idiota —le digo, provocándolo un poco más.

—Cállate, Cooper —responde, pero puedo ver un atisbo de sonrisa en sus labios, a pesar de sí mismo.

El resto del grupo estalla en carcajadas.