𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬 [+𝟐𝟏, 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋, 𝐑𝐄 𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.]

𝐓𝐏 𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍.❤️

Pueden imaginarlos como ustedes quieran, gusten y deseen. Háganmelo saber en comentarios.❤️

Amy Stone Cooper es una muñeca de lascivia y la perfección militar. Su cuerpo, esculpido como el de una diosa nórdica, te invita a caer en el abismo de las tentaciones prohibidas. Ojos azul zafiro que parecen devorar tu alma, piel blanca como la nieve que solo enciende más los deseos más sucios. Sus tetas grandes, siempre firmes bajo ese uniforme ajustado, son el único maldito pensamiento de Matteo mientras la mira encuellada bajo su control. Ella mide 1.80 metros, con un trasero redondeado que provoca lujuria con solo verlo moverse. Con 13 tatuajes que recorren su cuerpo como un mapa al pecado, ella es la mujer que desata la guerra en los hombres que la rodean. Ella es la perra alfa de la IGDF y no le teme a nadie. Ni a las balas, ni a la muerte, ni al mismo diablo, porque tal vez, ella es más peligrosa que todos ellos. Sabe que con un solo movimiento puede hacer que cualquier hombre se oville a sus pies, incluso esos que la quieren proteger como si fuera de cristal: Andrew, Liam, Adrien, Dylan, Miles y Ethan. Pero no se equivoquen. Amy puede manejar a cada uno de ellos, pero su cuerpo, sus pensamientos, su jodida alma, pertenecen a un solo hombre: Matteo Caruso. Tiene un aire casi divino, como si fuera la respuesta a todos tus pecados, pero también la razón por la que los cometerías. Sabe lo que provoca, y su belleza mitológica te golpea como una droga potente, dejándote encuellado en la necesidad de más.

Dominante, pero con una vulnerabilidad oculta, su asma bronquial y el soplo en su corazón, un recordatorio de que incluso los dioses tienen sus debilidades.

Nacida en Canadá, el 6 de abril de 1995. Junto a Claire y Jace.

En esta primera entrega nuestra diosa tiene 19 años.

Matteo Caruso Montgomery: Si hay un hombre que encarna el infierno en la tierra, es Matteo. El mide 2.18 metros de puro músculo y autoridad. Coronel y mafioso, una mezcla letal que lo convierte en el hijo de puta más despiadado que puedas conocer. Su piel blanca contrasta con los 48 tatuajes que cubren su cuerpo, cada uno una marca de todas las almas que ha aplastado en su camino. Sus ojos turquesa verdosos te hipnotizan, pero no te equivoques, no hay amor ni dulzura en ellos. Solo deseo brutal, lujuria y una obsesión infernal con las tetas de Amy. Todo en él aviva el deseo más oscuro, y solo piensa en lo carnal. Para él, el amor es una puta broma. BDSM es la única forma en que conoce el placer, y con Amy es brutal, salvaje. A ella la controla, la azota y la posee con una furia que roza lo bestial. Pero no lo hace solo por placer, lo hace porque necesita saber que es suya, de manera brutal, explícita. Matteo te atropella con su frialdad, pero te quema con su deseo. Él no busca amor; refuta la idea de la ternura. Lo suyo es el poder, la dominación, el castigo... el éxtasis impío. Las palabras que salen de su boca son veneno, dulces y sucias al mismo tiempo:

"Eres mía, muñeca. Solo mía para arrastrarte al infierno de placer que tanto amas".

Nacido en Italia 4 de noviembre de 1991, creció y fue registrado en Reino Unido. 

En esta primera entrega el tiene 23 años.

Adrien Becker: Adrien es un caballero, pero no se engañen. Bajo esa fachada de protector, se esconde un hombre lleno de ira. Sabe que Amy no es suya, pero la protege como si lo fuera. Su piel canela y esos ojos verdes inmensos pueden engañarte, pero cuando se trata de ella, sería capaz de volverse salvaje. Hay una tormenta en su interior, una furia que no puede controlar, especialmente cuando ve cómo Matteo la trata.

Derek Miller: El compromiso no es suficiente para Derek, y la relación con Amy es tan inestable como una llama expuesta al viento. Su cabello rubio y esos ojos azul claro son solo una fachada para el caos que bulle en su interior. Con problemas de ira y bipolaridad, nunca sabes si va a abrazarla o perder el control. La adora, pero no puede domar sus propios demonios, y su deseo por ella es tanto una maldición como una necesidad.

Dominic Smith: Caballeroso y destrozado, Dominic vive con las cicatrices de la guerra. Su ansiedad y depresión lo arrastran, pero su porte serio y coqueto lo hacen irresistiblemente peligroso. Su piel morena y esos ojos oscuros esconden el dolor de un pasado que lo consume. Es el tipo de hombre que te jala hacia el abismo con él, un pecado viviente que haría cualquier cosa por tocar lo prohibido con Amy.

Otros personajes:

Andrew Brown: Siempre el protector. Sus ojos grises y su piel morena lo hacen parecer impenetrable, pero cuando se trata de Amy, se vuelve una muralla de pura lealtad. Mejor amigo de ella, y lo daría todo por mantenerla a salvo.

Liam Brown: Similar a su hermano Andrew, pero con un toque más sensible. También cuida a Amy como a una hermana, pero con ese humor negro que lo caracteriza. No se mete en los asuntos de deseo, pero siempre está ahí para ella.

Dylan Davies, Miles Lewis-Thompson y Ethan Evans: Un trío de mejores amigos de Matteo, pero cuando se trata de Amy, la protegen como si fuera suya. Aunque Matteo los considere como una segunda piel, ellos tienen una conexión con Amy que va más allá de la amistad con el Coronel. A ella la cuidan, la observan, pero jamás se atreverían a ir más allá... ¿O sí?

Las mujeres: Un coro de bellezas etéreas, cada una con su carácter único. Desde la coqueta Grace Sykes hasta la explosiva Camila Montalvo, todas tienen un papel que jugar en este juego de poder, sexo y pecado. Pero ninguna como Amy, ninguna capaz de despertar el deseo más oscuro de todos estos hombres.

Y entonces está Matteo. Matteo, que solo piensa en las tetas de Amy, en su piel marcada por los tatuajes, en la forma en que su cuerpo responde cuando la controla, la somete, la lleva al límite de lo soportable. No piensa en amor, porque para él el amor no existe. Solo hay deseo. Tentaciones prohibidas. Sexo y pecado. Él vive por el éxtasis impío que encuentra entre el dolor y el placer, por esa necesidad enfermiza de poseerla completamente, de hacerla suya hasta que no pueda respirar sin él. Y cada vez que ella respira, sabe que es por él.

Aquí no hay espacio para la ternura. Aquí no hay cabida para la suavidad. Solo hay poder, deseo salvaje, y la brutalidad del hombre que nunca la dejará ir.

Cada uno de ellos tiene sus demonios, pero Matteo... Matteo es la encarnación del pecado.

—No me importa cuántos quieran tocarte —le susurra a Amy mientras la encierra entre sus brazos, tan posesivo como una bestia salvaje—. Serás mía. Siempre. Y no me importa a cuántos tenga que romper para recordártelo.

En este mundo no hay espacio para la redención, solo para el placer más sucio, lascivo y lujurioso. Aquí las tentaciones son mortales, las obsesiones se vuelven carne y la lujuria es el único lenguaje que hablan. Y Amy, bueno... Amy es el centro de todo, la tentación misma que despierta cada deseo prohibido en estos hombres.