Capítulo 16:

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BRUSELAS.

Amy.

Lucho por tragar el bocado de mi manzana mientras Ethan y Dominic me lanzan miradas de reproche. Ethan se cruza de brazos, su expresión es la de un padre decepcionado.

—Amy, en serio, ¿no puedes comer un poco más? —dice, su voz cargada de preocupación.

Dominic asiente, y aunque parece menos expresivo, puedo ver que está en el mismo canal.

—No tengo hambre, en serio —Trato de mantener un tono firme, pero hay un hilo de debilidad en mis palabras.

Ethan se inclina hacia mí, su mirada azul intensa.

—Eres una teniente, no una maldita monja —brama Ethan—. Necesitas energía para aguantar el entrenamiento y el infierno que te espera.

—¿Quieres que llame a la médico? —agrega Dominic—. Te veo mal. No puedes seguir así, Amy.

Levanto la mano, sintiéndome un poco avergonzada.

—Ya, ya, no me llamen a la médico. Estoy bien. Solo... estoy pensando en otras cosas —Dejo la manzana a un lado y decido que podría intentar un poco del puré, aunque solo sea para tranquilizarlos.

Pero no lo hago, porque justo en ese momento, la puerta del comedor se abre y entra Grayson.

Con su altura imponente de 2.02 metros, Grayson siempre llama la atención. Su presencia es dominante, como un semidiós que camina entre mortales. A su lado, Alex, el hermano de Grayson y tío de Matteo, sonríe de forma arrogante, lanzándome miradas que son a partes iguales desafiantes y seductoras.

—Soldados —saluda Grayson, su tono es serio, y todos en el comedor se ponen firmes. La autoridad que ejerce es palpable—. Cambio de planes. Hemos recibido informes sobre tratos entre la mafia italiana y la siciliana. La operación se trasladará a Bruselas.

Miro a Ethan y Dominic, la noticia parece hacerlos más serios.

—A partir de ahora, la teniente Cooper se encargará de infiltrarse el palacio —Grayson me señala con el dedo, y todos en la mesa giran su mirada hacia mí—. Necesito que recupere informes sobre armas, drogas y los hijos de los capos.

Ethan suelta un silbido bajo.

—¿Los hijos? —pregunta Ethan, sorprendido.

Grayson asiente, su mirada aguda.

—Gian Salvatore tiene dos: una niña, Bianca, y un niño, Carlo. Alessio Vitiello también tiene dos: Lorenzo y Mica —señala Grayson—. Quiero que los traigas.

Mis manos se tensan en la mesa. La misión parece sencilla, pero la tensión en el aire sugiere lo contrario.

—¿Y quiénes van a liderar la operación? —pregunta Dominic, mirando a Grayson con interés.

—Yo estaré a cargo, y el capitán Ethan Evans coordinará las tropas —Grayson hace una pausa y señala a otros miembros del equipo—. Davies, Becker, Brown, Lewis, Smith, y las tropas del
Coronel Caruso estarán en apoyo.

La habitación se llena de murmullos, todos saben que la presencia de Matteo hace que la operación sea más peligrosa, y a la vez, más efectiva.

—Pero antes de que haga eso, Cooper —continúa Grayson, su mirada se vuelve fría—, quiero que se asegure de tener una buena cobertura. Los italianos no son estúpidos, y no permitirán que sus niños sean secuestrados tan fácilmente.

Asiento, tratando de asimilar la información mientras en mi mente se repiten los nombres de esos niños.

—Sí, comandante.

𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬 [+𝟐𝟏, 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋, 𝐑𝐄 𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora