Capítulo 2:

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                           BURNING SIN.




Amy.

Me despierto temprano, a pesar de que dormí poco y mal. Mis ojos arden de tanto llorar, y mi cuerpo, aunque agotado, me duele por completo. La luz del día apenas entra por las cortinas, anunciando que pronto caerá la noche. No quiero levantarme, no quiero enfrentar lo que sigue, pero no tengo opción. Derek espera que esté lista, que cumpla con lo que me ha ordenado.

Me levanto de la cama, tratando de no hacer ruido. Liam y Andrew todavía duermen en el sofá, y Addison está en la silla, abrazada a una almohada. No quiero que se despierten. Han hecho tanto por mí, pero esto es algo que tengo que hacer sola.

Entro al baño y cierro la puerta con cuidado, respirando profundamente. El espejo me devuelve una imagen que no reconozco. Mi rostro está pálido, y hay sombras oscuras bajo mis ojos. Pero lo que más me llama la atención son las marcas. Esas malditas marcas que Derek ha dejado en mi piel. Me acerco al espejo y me paso los dedos por la mejilla, donde aún puedo sentir el ardor del golpe de anoche.

«No puedes ir así», me digo a mí misma. «Tienes que taparlas. No puedes dejar que él vea cuánto te ha herido.»

Me desvisto con movimientos lentos y me meto bajo la ducha. El agua caliente me envuelve, tratando de lavar el dolor, pero es como si las marcas estuvieran grabadas en mi alma, no solo en mi piel. Paso una esponja con jabón por mi cuerpo, sintiendo cada moretón, cada rincón en el que sus manos me han dejado una huella. Pero no lloro. Ya no me quedan lágrimas.

Cuando termino, me seco con una toalla suave y vuelvo al espejo. Es el momento de enfrentar la realidad. Abro el botiquín y saco la base de maquillaje, un tono más oscuro que el de mi piel para asegurarse de que cubra las marcas. Aplico el maquillaje con cuidado, difuminando cada sombra, cada línea. Paso el corrector por debajo de los ojos, tratando de borrar los rastros del llanto y la falta de sueño. Finalmente, me pongo un poco de rubor para darme algo de vida. Termino con una capa de lápiz labial nude, que apenas resalta mis labios.

«Listo», pienso, observándome en el espejo. «Nadie podrá notar nada.»

Salgo del baño y me dirijo al armario. Necesito encontrar algo adecuado, algo que cumpla con las expectativas de Derek pero que al mismo tiempo me permita mantener algo de mi dignidad. Busco entre los vestidos, todos demasiado llamativos o demasiado informales, hasta que encuentro uno que parece perfecto para la ocasión. Es un vestido negro, elegante, con un escote que resalta mis pechos y una abertura en la pierna que le da un toque de sensualidad. La espalda está descubierta.

Me pongo la ropa interior, un conjunto de encaje negro que compré para ocasiones especiales. Nunca pensé que lo usaría en una situación como esta. Me deslizo el vestido, ajustando las tiras finas en mis hombros y asegurándome de que caiga bien sobre mis curvas.

Me siento frente al espejo y comienzo a peinarme. Decido dejar mi cabello suelto, con ondas suaves que caen sobre mis hombros. Es lo que Derek prefiere, y esta noche no quiero darle ninguna razón para estar descontento. Mientras me cepillo, mis pensamientos vuelven a lo que sucedió anoche, a lo que sigue ocurriendo entre nosotros.

«¿Por qué sigues con él?», me pregunto, sintiendo la frustración que siempre surge cuando trato de encontrar una respuesta. Pero la verdad es que no la tengo. Dependo de él, aunque me duela admitirlo. Derek es todo lo que tengo, y el miedo a perderlo es casi tan fuerte como el miedo a estar con él.

Al terminar, me levanto para inspeccionarme en el espejo de cuerpo entero. El vestido se ajusta perfectamente, resaltando lo que tiene que resaltar, cubriendo lo que tiene que cubrir. Me veo bien, casi como si fuera otra persona, alguien que no tiene los problemas que yo tengo.

𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬 [+𝟐𝟏, 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋, 𝐑𝐄 𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora