Capítulo 17:

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OPERATION IRELAND AND FIRE.



Matteo.

El aire en la central está tan cargado que casi puedo sentir el sabor a pólvora y sangre en la lengua, avivando mis malditos sentidos. Miro a mi alrededor mientras los equipos médicos se mueven entre los escombros, recogiendo a los heridos. Cada paso que damos, cada maldita orden que doy, todo fluye en esa maldita rutina que hemos perfeccionado con sangre.

—¡Evans! —llamo a Ethan con mi tono cortante, sin espacio para dudas—. Coordina a los paramédicos, quiero a estos cabrones vivos en Blackgate.

Ethan no dice nada, solo me asiente y se mueve rápido, como siempre. Derek está a mi lado, con esa maldita sonrisa de suficiencia que me dan ganas de borrarle a golpes. Siempre tan tranquilo, como si nada le importara lo suficiente.

—Coronel, ya tenemos a los retenidos de la pirámide siciliana. —Miles aparece, con el informe en la mano. Su voz es firme, pero puedo sentir la tensión—. Enzo y Briana Salvatore, Antonio y Vielka Vitiello. Alessia escapó junto a Alessio, pero...

—¿Escaparon? —inquiero.

No tolero fallos. Miles se encoge apenas un segundo antes de volver a plantarse firme.

—Sí, coronel. Lo siento —murmura Miles—. Los demás están asegurados y los llevamos a Blackgate, como ordenó.

—Si alguno de esos cabrones escapa de Blackgate, será tu cabeza la próxima en rodar, Thompson.

No es una amenaza vacía, y Miles lo sabe. Su "entendido" apenas se escucha antes de que se gire y siga con las órdenes.

Derek sigue a mi lado, observando todo con esa maldita calma suya. Me da igual que tengamos historia, su falta de urgencia a veces me enerva.

—Voy a Sudán en diez minutos. —dice Derek, sin rodeos, mientras seguimos caminando por el pasillo. Miro de reojo cómo suben a los retenidos al transporte blindado, y Derek sigue hablando mientras ajusta su chaleco—. Sarah Parker está al mando, pero quiero dejar algo claro antes de irme.

—¿Qué carajo quieres? —gruño, sabiendo que esta conversación será una pérdida de tiempo.

—Cuida a Amy. —su voz suena seria, pero esa maldita sonrisa sigue en su cara—. Está con esos dos niños que no la sueltan desde la operación. No la dejes sola. Ya sabes cómo es, tiende a hacer estupideces cuando se siente atrapada. Y con todo este estrés... no me gusta cómo pinta esto.

Mis ojos se clavan en él. Amy. Siempre tiene que mencionarla. Como si no supiera de sobra lo que ella significa para mí, aunque no tenga ni puta idea de lo que realmente pasa cuando él no está.

—No tienes que preocuparte, Miller. La cuidaré como siempre lo he hecho. —mantengo la formalidad en mi tono, pero las palabras saben a otra cosa en mi boca.

Derek asiente, confiado, como siempre. Eso es lo que más me jode. No debería confiar tanto, no en alguien como yo. Pero lo hace. Siempre lo ha hecho, desde que éramos críos, y ni puta idea tiene de lo que pasa cuando se larga.

—Sabes que si algo le pasa, te haré pagar, Matteo. —su tono es medio en broma, pero sus ojos me dicen que habla en serio.

—Nada va a pasar. —le corto de inmediato. Mis ojos turquesa lo perforan un segundo antes de volver mi atención a lo que realmente importa—. Vete a Sudán y cumple con tu trabajo. Aquí lo tengo controlado.

𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬 [+𝟐𝟏, 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋, 𝐑𝐄 𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora