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La pequeña idea se aferraba a la mente de Gunwook como una sombra insistente. Él siempre terminaba descartando la posibilidad de que Gyuvin estuviera coqueteando con él, pero había momentos que lo hacían cuestionarse de nuevo.

Cuando Gyuvin se sentaba más cerca de lo normal, Gunwook intentaba atribuirlo a una casualidad o a la falta de espacio en el banco o la silla. Pero muchas veces había suficiente espacio y Gyuvin decidía sentarse tan cerca de él que sus brazos rozaran, entonces Gunwook terminaba sintiendo su corazón latir rápidamente y siendo híper consciente de cada movimiento de su amigo.

Cada vez que algo gracioso sucedía al reír sus miradas se encontrarían por un tiempo prolongado, Gunwook intentaba convencerse a sí mismo de que era solo una coincidencia que pasaba entre mejores amigos.

Y cuando Gyuvin pasaba sus dedos a través de su cabello de manera cariñosa con más frecuencia, Gunwook sentía una extraña mezcla de nerviosismo y comodidad. Se preguntaba si era algo normal, o si era sólo la naturaleza cariñosa de Gyuvin saliendo con él. Tal vez, se decía Gunwook a sí mismo, estaba exagerando la situación.

Gunwook estaba intranquilo, y él solo deseaba mantener su amistad con Gyuvin sin complicaciones. Aunque la idea de que Gyuvin pudiera estar coqueteando con él seguía persistiendo, él prefirió pensar que estaba imaginando cosas y que simplemente estaba interpretando mal las acciones amistosas de su mejor amigo.

Esa mañana, Gunwook había llegado a clases con un dolor de cabeza. Él seguía repitiéndose lo obvio que era que las acciones de su mejor amigo, sólo eran platónicas. Aun así, eso no evitaba que en las noches cuando intentaba estudiar, su mente parecía más interesado en repetir los momentos que había compartido junto a Gyuvin en el día. Y eso era lo que había pasado la noche anterior.

Hubo un examen ese día, cuando empezó, Gunwook se sentó en su pupitre, tratando de concentrarse en las preguntas en papel frente a él. La sala estaba tranquila, solo se oía el murmullo de los compañeros que hojeaban las hojas del examen y escribían sus respuestas.

Pero Gunwook no estaba tranquilo. Desde el momento en que había comenzado el examen, se sintió perdido entre las preguntas de su hoja, él recordaba mucho del tema, pero cada vez que quería responder, dudaba.

"¿Estoy respondiendo correctamente?", se preguntó para sí mismo en un susurro, mirando con confusión las respuestas que había marcado en su hoja. Los minutos pasaban rápidamente, y sintió una presión que aumentaba a medida que el reloj avanzaba implacable.

Él intentó recordar lo que había estudiado, lo que sabía que sabía, pero la certeza parecía esfumarse de sus pensamientos. Gunwook dependía mucho de repasar constantemente, ya que en los exámenes tendía a sobrepensar cada respuesta que anotaba en el papel, él no tenía el privilegio de permitir una mala respuesta, un punto o múltiples puntos menos. Lamentablemente, ese día no se había preparado lo suficiente.

Empezó a mover sus pies debajo del pupitre, y un nudo se formó en su garganta. Cada segundo que perdía intentando descifrar una pregunta, sentía que se alejaba más de obtener una buena calificación.

Gunwook se sintió impotente, no solo por el examen en sí, sino por la tonta distracción que le había impedido estudiar adecuadamente, deseó poder retroceder en el tiempo y haberse centrado más en sus estudios en lugar de perderse en pensamientos sobre su mejor amigo.

Por primera vez en mucho tiempo, Gunwook sintió inseguridad, pero incluso así sabía que debía continuar. A la hora de salida, Gunwook salió del salón preocupado y agitado. Una presión se acumuló en su pecho, haciéndolo sentir vulnerable.

Gyuvin, estuvo atento de su amigo y notó enseguida el cambio en la expresión de Gunwook. Le tocó suavemente el hombro y le preguntó con preocupación: — ¿Estás bien?

—  Sí, solo un poco agotado por el examen, supongo.— Gunwook asintió, tratando de forzar una sonrisa.

Gyuvin frunció el ceño, no creyéndole completamente a su amigo. — ¿Seguro que eso es todo?

Gunwook se detuvo y suspiró, — Estoy un poco nervioso, no estoy muy seguro si respondí completamente bien a todo.

El rostro de Gyuvin mostró sorpresa durante un momento, pero luego se suavizó y le ofreció una sonrisa consoladora. —  No te preocupes, eres inteligente y capaz, estoy seguro que lo habrás hecho bien, e incluso si por un milagro te equivocaste en alguna respuesta, eso está bien también.

Gunwook asintió, como si el tono despreocupado de Gyuvin hubiese desvanecido la presión en él, Gyuvin le hacía sentir que los problemas que su mente hacía tan grandes, no eran el fin del mundo.

Gyuvin colocó su brazo sobre los hombros de Gunwook. —  Vamos, te acompaño a tu casa.

Los dos comenzaron a caminar hacia la casa de Gunwook. Durante el trayecto, Gyuvin intentó animar a Gunwook hablando sobre cosas más ligeras. Poco a poco, el ánimo de Gunwook comenzó a mejorar.

Al llegar a casa, Gunwook se giró hacia Gyuvin, sus ojos reflejando una gratitud sincera. El silencio entre ellos parecía llevar un peso que requería ser aligerado. Gunwook decidió abrir su corazón.

—  Gracias por acompañarme hoy, Gyuvin —, en sentido emocional y literal, fue lo que quiso expresar Gunwook. — Aunque no lo parezca, sólo caminar contigo de regreso me hizo sentir mejor.

La sonrisa de Gyuvin irradió calidez mientras respondía: — Conociéndote, caminando sólo hubieses estado pensando cosas negativas, tenía que estar contigo.

Antes de marcharse, Gyuvin rodeó a Gunwook con sus brazos, tomando de sorpresa a este último, pero no pasó mucho tiempo para que su cuerpo se relajara en el confort de Gyuvin. Permanecieron así durante un buen rato, sus cuerpos entrelazados estrechamente, y aunque internamente Gunwook se preguntaba si era correcto sentirse tan cómodo en aquellos brazos, no logró suprimir la consolación y tranquilidad que sintió.

Cuando finalmente se separaron, Gyuvin se tomó un momento para mirar directamente a Gunwook. — Gunwook, vales más que cualquier calificación que alguna vez podrás recibir, ¿me entiendes?, siempre serás importante para mí y cualquier persona que realmente te amé, sin importar tu rendimiento, nada se compara a ti.

Sus ojos se encontraron, y Gunwook sintió su corazón genuinamente agitarse. Gunwook asintió, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar la gratitud que sentía. Gyuvin se despidió de él y se alejó, dejando a Gunwook con preguntas sin respuesta.

Gunwook pensó, independientemente de lo complicadas que fueran las cosas entre ellos, Gyuvin no dejaría de ser su refugio.

Y si después de ese día, Gyuvin comenzó a felicitar cariñosamente a Gunwook por cualquier logro académico, Gunwook fingiría que no lo notaba, incluso si no podía ocultar su rostro teñido de rojo.


ᓚᘏᗢ


tan lindos, mejor disfruten de la felicidad mientras dura

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