Habían pasado algunos días desde lo que pareció ser un aumento repentino de hormonas, provocado por lo que Sodo creía que era su celo, así que con la espalda adolorida se presentaba en los conciertos.
Si hablamos de cómo terminó todo aquella noche: besos, caricias y susurros tontos. Al menos, Sodo pensaba que era tonto. El moreno pasó la noche diciéndole cuán hermoso era y cuánto lo deseaba de todas las formas posibles, mientras él solamente lloraba debido a como le rompían el interior deliciosamente. No entendía por qué Swiss decía tantas tonterías durante su celo. Aunque el mismo estuvo a punto de acostarse con un mesero mucho más joven que él, a quien se encontró al día siguiente en el vestíbulo, eso no es lo mismo.
En estos días, prácticamente no veía a Swiss, solo coincidían en los ensayos y en el escenario. Eso estaba bien, pues se había estado sintiendo mal desde hace tiempo, con náuseas, mareos, dolores de cabeza y fatiga constante. Además de su celo repentino, que pareció desvanecerse después de la noche que pasó con su amante, Sodo pensó que tal vez su celo se volvía irregular, así que decidió ignorarlo junto con el resto de sus síntomas.
Llevaban casi dos semanas en aquel país, pero por fin tenían que prepararse para partir al día siguiente hacia su próximo destino, así que Sodo empezó a acomodar su ropa sobre la cama para poder meterla a su maleta.
Terminaba de doblar una prenda cuando sintió unos brazos rodear su cintura desde atras. Reconociendo aquellos grandes músculos que lo sujetaban, inconscientemente, los apretó en sus manos con dulzura.
— Podrías doblar tambien la mia — sugirió Swiss.
— Claro, serían cien dólares — dijo Sodo.
— ¿Tan poquito? — preguntó sorprendido. — Por esas manos yo cobraría más.
— Hare una pequeña excepción por ti — sonrio con malicia — Pero solo si me besas.
— No me lo tienes que pedir — dijo volteándolo hacia el.
Con una sonrisa en su rostro empezó a besar a Sodo, este en seguida correspondió, en un movimiento suave y caluroso. Ahí estaban los días sin verse, esos tormentosos días para ambos, que ahora arrancaba sus ropas.
Swiss le apretaba su trasero, mientras el le quitaba los botones de su camisa; uno por uno, sin dejar libre aquellos labios sabor a durazno. De verdad los extraño, solo esos labios extinguían el asco que estaba experimentando últimamente, por eso los devoraba con furor.
Entre besuqueos pasaron a la cama, Swiss antes aventó la ropa que tenía encima, ganándose una fulminante mirada de Sodo. Lo distrajo con una lamida extensa por su pecho, logrando que Sodo doblara su cabeza hacia atras, dejando mas visible aquel cuello blanco.
Swiss chupaba detenidamente todo el tronco de su cuerpo, mordiendo sus pezones y absorbiendo su cuello con desesperación, mientras Sodo disfrutaba con frenesí cada uno de esas acciones. De verdad no encontraba una manera más fuerte de expresar lo increíble que aquel moreno lo hace sentir.
Con delicadeza el mayor empezó a bajar hacia el miembro de Sodo, dejando un camino de besos, donde jugueteo con su lengua sobre su glande. Sodo apretaba el cabello del mayor, pidiendo que se apresurara, enredando mechones de cabello entre sus dedos. Swiss, como siempre, jugó con el un rato, mirándolo desde abajo con malicia, apretando con sus manos los muslos de Sodo.
Después de un rato de suspiros pesados del menor, el moreno metió en su boca todo el miembro, ahora arrebatándole un agudo gemido. El mayor empezó a hacer vaivenes, llegando hasta la base y volviendo al orificio del glande, donde metia su lengua, para luego expandir la piel del mismo hacia abajo. Masturbandolo con una mano, y con la otra jugando con los pezones de Sodo, empezó a meter la lengua junto a las chupadas que daba en ciclos.
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Primera de muchas (Swissxsodo Omergaverse)
FanficQuien diría que, olvidar algo e invadir el espacio personal de tu amigo una vez, te llevaría a algo mas...personal Drama, Romance, algo de comedia y mucho, muuuucho +18 puro homosexual, sexo y provocación ATENCION- CONTENIDO SEXUAL AGRESIVO, RUDO Y...