Nijika guarda un doloroso pasado dentro de su corazón, pero se dará cuenta que no es la única porque un corazón rosado también oculta algo.
Todos los personajes, imagenes y música que uso en la historia no son de mi propiedad, créditos a quien corre...
Las vacaciones de verano ya están por llegar a su fin, solo restan unos días antes de volver a clases.
Jamás pensé que en estas vacaciones saldría tanto, Nijika me invitó muchas veces a pasar el día en su casa, aunque siempre que iba me llevaba a pasear a lugares cercanos.
Creo que lo hace a propósito, sabe que si no fuera por ella no saldría ni de mi cuarto.
Debo admitirlo, me está empezando a agradar estar fuera de casa, no sé si es porque estoy con ella en todo momento o si realmente estoy cambiando.
Sea cual sea el caso, estoy feliz de que todo vaya para mejor.
- terminé, mírate al espejo hermana. - dijo Futari terminando de acomodar mi gorra.
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Le sonreí al espejo.
- me gusta como me veo, gracias Futari - dije sonriendole.
- hermana, ¿Te pasa algo? - preguntó Futari viéndome extraño.
- ¿Eh?... Estoy bien ¿Por qué lo preguntas?
- Ya no tienes esa cara de perro pitbull que tenías antes, es raro verte sonriendo - dijo haciendome sentir mal.
Es muy cruel cuando se lo propone... Decidí hacer como si no la escuché.
- Debe ser porque Nijika es tu novi... - le tapé la boca rápimente, ¿Cómo lo sabe?
- shhh, ¿Cómo sabes eso? - pregunté en voz baja.
Ni siquiera intenté negarlo, Futari sabe perfectamente cuando le miento.
- eres muy obvia, dices "te amo Nijika" muchas veces cuando estás dormida - dijo en voz baja.
No sabia que hablo mientras duermo... Espera... ¿Cómo sabe eso?
- no le digas a papá ni a mamá, ¿Me lo prometes? - le extendí el mequiñe con una mirada seria, aún no estoy lista para... bueno... decirles a mis padres que me gustan las mujeres y ese tipo de cosas...
- está bien, promesa de hermanas - entrelazó su meñique con el mío y salió corriendo de mi habitación.
Espero que guarde el secreto...
Unas horas más tarde...
Bajé del tren y partí hacia Starry, era temprano así que iba observando mis alrededores.
Pasé al lado de un restaurante donde parecía haber una discusión.
- ¡TIENES QUE PAGARME O SINO LLAMARÉ A LA POLICIA! - gritó un señor robusto afuera de una tienda seguido de una mujer de cabello morado y aspecto descuidado.
