Impredecible Jeon

IX

Jeon no podía maldecir en todos los idiomas del mundo nomás porque solo sabía siete, quería ahorcar a su jefe por la maravillosa idea de hablar en su oficina.

Oficina infestada de su estúpido aroma que solo hacia actuar y dejar en ridículo a su Omega.

Y es que eso era lo de menos.

No sabía dónde había dejado toda su valentía que había forjado en sus primeros años de juventud, hasta este momento se creía capaz de todo porque aunque al ser un ser humano y no podía evitar sentir emociones se negaba a ponerse tan inquieto y nervioso con una niñería como esta.

Y es que tomando en cuenta en primer plano que antes fuera lo que sea que pasara a él nunca le importaba nada si la situación no tenía que ver con sus más cercanos.

Debería importarle un rábano lo que fuera a salir de ese "Tenemos que hablar"

Ese alfa recordara o no lo de esa noche lo tenía sin cuidado pues las cosas no cambiarían sea lo que fuera a salir de ahí.

-Y...¿De que quería hablar?- Jeon se atrevió a dar iniciativa.

Se vio obligado a comenzar, le desesperaba el silencio en el que se la pasaron apenas llegaron y estuvieron cara a cara.

Esos diez tortuosos segundos en lo que el otro lo inspeccionaba con la mirada recargado en su escritorio.

Que no lo recuerde, que no lo recuerde...

El Omega no podía engañarse ni así mismo, en su mente imploraba por el que el alfa no se acuerde de absolutamente nada.

-Es sobre nosotros- confesó el rubio sintiéndose extraño al soltar aquella palabra.

¿¡Nosotros!? ¿¡Cómo que nosotros!?

-¿Nosotros? ¿A qué se refiere con nosotros?- el nerviosismo era muy notable para Taehyung a pesar de que el Omega era un maestro con las apariencias.

Kim a simple vista podía verlo sereno más de alguna manera sabía de su nerviosismo.

Como si pudiera sentirlo.

-He pensado mucho en nuestra situación y siento que deberíamos actuar de la manera más madura posible- el alfa denotaba que estaba tranquilo pero intrigado intentando leer al pelinegro con disimulo- ya estamos grandes- aseguró asintiendo poquito para si mismo sin quitarle la mirada de encima al Omega.

Jungkook ya lo avecinaba así que se convenció a si mismo de que no debería darle tantas vueltas, si Kim está tan tranquilo es porque ya tomó una decisión.

Solo era cuestión de conversarlo para terminar con todo esto.

No habia indicios de que el otro tuviera algun interés en el asi que si se rechazaban mutuamente era lo mejor para ambos.

-Estoy de acuerdo- Jeon le dió la razón, todo indicaba que el rubio en efecto recordaba esa vergonzosa noche donde su Omega tuvo el control.

Al menos podría justificarse con eso y al lazo que los une como destinados si esque se lo sacaba en cara.

Porque el claramente no quería besarlo ni restregarse encima del alfa.

De solo recordarlo era vergonzoso.

-Se que me he tardado mucho...-comenzó explicar parándose derecho dejando de apoyarse en su escritorio, Kim parecía estarse esforzando por lo que diría.

Kim...

¡Kim tallarín, estúpido risitos de oro!

Aun recuerda como lo había marcado el alfa con su aroma.