XXI

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-Jungkook...- llamó Taehyung apenas recibiendo solo un sonido afirmativo pero ni una sola mirada, eso frustró al alfa.

Tal vez hace unos minutos no pasaron por una situación muy agradable, el ver a su omega en peligro lo desestabilizó demasiado que si no fuera por el Omega tal vez otras hubieran sido las consecuencias.

Ese idiota la habría pagado muy caro si Jungkook no lo hubiera detenido.

No sabía como ocurrió el cambio tan abrupto y es que de la furia que lo encandilaba a querer matar a golpes a un idiota paso a la preocupación por el aroma que emanaba su omega.

Notó su intención de tranquilizarlo al endulzar su aroma mientras que lo abrazaba intentando llevarlo del lado contrario mas no funcionaba, no hasta que este cambió a uno de temor, ese ápice de algo amargo que no le gustaba encontrar en Jungkook.

Y su prioridad siempre sería su omega así se estabilizó para poder ayudarlo.

pero tenía la ilusión de poder aprovechar de estar en esa cafetería algo pintoresca y tratar mas con el nOmega, para seguir conociendose.

Cada que trataba algo con el omega conocía algo nuevo.

No espero a que este evitara su mirada durante los cinco minutos que llevaban sentados ahí. El chico frente a él se encontraba con las mejillas sonrojada y por más que le encantara la adorable y encantadora vista, quería que lo notara, tener su atención así que agarró suavemente el teléfono de sus manos y lo dejó a un lado del suyo que se encontraba en la mesa. Y aunque el Omega ya no tuviera algún elemento distractor, no lo miró.

-Jungkook, come, ese es tuyo- no sabía como iniciar la conversación, el ambiente algo inusual no le permitía ser el mismo a sus anchas- Si no te agrada puedes pedir otro, yo invito.

-Ah...Si, no creo que sea necesario- respondió apenas mirando las decoraciones del platillo.

Para Taehyung eso le aterrorizaba, Jungkook no se hallaba en confianza, estaba retrocediendo.

-¿Te estoy incomodando?- preguntó algo temeroso el alfa.

-¿Que? No no solo que...- trató de explicar el omega queriendo aparentar serenidad mas aquel movimiento particular de rascarse la oreja y tocarse la nariz lo delató.

El alfa le tomaba demasiada atención como para no saber que significaba.

-Ni siquiera me ves a la cara- comentó casi para si mismo el mayor un poco desanimado.

Nunca antes tuvo al omega frente a él tan cohibido ante su presencia, no de esa forma pues hasta cuando se ponía tímido con sus cumplidos lo enfrentaba mirándolo a los ojos como si tratara de ganar aquella batalla entre sus ojos con los suyos tan preciosos. No quizo ser pesimista y buscó cualquier posible razón la cual Jungkook se mostrara así.

Trató de borrar el pesimismo, por más que ya hallan tratado entre ellos varias veces recién estaba comenzando y debía ser persistente para ganarse la confianza de ese chico que aunque no se diera cuenta era un coqueto. Entonces recordó ¡El tenía su permiso para cortejarlo! Podría coquetearle sin descaro si asi lo quisiera. Después de todo ya había dejado en claro sus sentimiento por el.

Y si acaso se equivocaba prefería intentarlo a que no hacerlo y retroceder lo que había avanzado.

-Si te sientes incomodo por estar vestido así mejor ve a cambiarte, yo te espero- dijo pensando en decir lo siguiente sin sonar como un promiscuo, Jungkook era una tentación vestido de tal manera y espantarlo no era la idea- Aunque... admito que te ves jodidamente atractivo en ese traje- terminó por decir mientras lo miraba de arriba abajo mostrando lo agusto que estaba con la vista y ni hablar de la sonrisa coqueta que escapó de sus labios. Jungkook se atragantó con su propia saliva ante esto.

Impredecible JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora