XXVIII

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Maldito Taehyung, por su culpa estaba emocionado pero jodidamente ansioso por lo que pasaría más tarde. Estaba a punto de quedarse sin uñas tras morderselas toda la mañana.

Pensó que al ya tener todo listo podría calmarse un poco pero su lobo se empeñaba en hacer todo lo contrario. Ambos estaban a punto del colapso.

No sabía si era ideal ir con el alfa o sería mejor evitarlo hasta al gran momento pero tras pensarlo un poco se inclinó por la posibilidad de que el aroma y presencia del alfa lo calmaría como era de costumbre, tal vez, se aprovecharía de su malestar para hacérselo saber y conseguir de su parte unos cuantos mimos.

Si...estaba un poco bastante dependiente del alfa, parecía nunca tener suficiente.

Quería que le sonriera bonito o que intensificara su aroma para marcarlo mientras fingía que no se daba cuenta, quería ir directamente a su oficina a penas llegara a la empresa por ello pensó en preparar algo para comer juntos en su oficina.

Necesitaba disfrutar a su alfa mientras pudiera.

No supo que sus intenciones fueron más allá de lo pensado cuando sintió su pecho punzar en cuanto se halló en camino a la oficina de Taehyung, se estaba preocupando, no era solo la ansiedad que le causaba su propuesta la que lo estaba fastidiando. Había algo más, era evidente y le inquietaba no saber a qué se debía o porque su cuerpo se estaba preparando para algo, sus acciones pudieron antes que su raciocinio, no sabe cuando comenzó a agitarse ni porque abrió la puerta que daba a la oficina de quien buscaba con tanto desespero.

-¿Por qué me miran así?- preguntó desconcertado al ver a todos reunidos dentro de la oficina de su alfa.

Menos al dueño.

-Estas bien- soltó Jimin con gran alivio acercándose al Omega para abrazarlo- ¿Dónde estabas? ¿Por qué llegas tan tarde? Pensé que...

-Yo estoy bien, vengo de casa, yo... No estoy entendiendo ¿Que hacen todos aquí?- preguntó sintiendo crecer la desesperación de su lobo, como si este se hubiera dado cuenta de algo que el todavía no- ¿Donde esta Taehyung?- preguntó buscando a quien sabría brindarle confort, ese mal presentimiento no le estaba gustando nada, el aroma ácido de quienes se encontraban ahí tampoco ayudaba.

La aparente angustia que mostraban todos se le estaba pegando y el gran suspiro que soltó Namjoon antes de acercarse a él fue lo que debió prepararlo ante lo que diría.

Pero no lo hizo.

-Secuestraron a Taehyung- soltó Namjoon ocasionando que una de las mujeres volviera a sollozar bajito, sin embargo a Jungkook le dejó de importar esas presencias desconocidas al escuchar lo que dijo el mas alto.

Su cabeza en ese mismo instante se había vuelto un torbellino, quería hallar razones o culpables en tan solo segundos. Por un momento quiso cerrarse a que le estén gastando una broma de mal gusto pero entre más lo pensaba ciertas cosas comenzaban a encajar.

¿Se culpaba? Claro que sí, si hubiera estado junto al alfa hoy en la mañana como ya habían agarrado costumbre tendría al rubio con el, se lo hubieran llevado a él en lugar de Taehyung en el peor de los casos pero eso era mejor a lo que estaba pasando ahora.

Sabía que si no se hubiera encaprichado en acelerar las cosas en su relación con Taehyung su alfa estaría a salvo.

Todo estaba cobrando sentido, tenía la gran corazonada de quien se trataba por no decir que estaba mas que seguro.

Hoseok prácticamente se lo dijo, le advirtió y el fue tan idiota de pasarlo por alto. Si hubiera pensado mas en lo que le había dicho se habría dado cuenta que Taehyung era un peligro para Jimin, Seokjin y su madre porque era él quien estaba en la mira, por eso Hoseok apareció poco después de que su alfa se fuera de la casa Min ¡Era demasiado obvio! ¿¡Por que no pudo darse cuenta?!

Impredecible JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora