XXXIX

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Jungkook se hallaba demasiado ansioso, su lobo que aún seguía adormilado por los últimos supresores que tomó para ir a declarar no podía impedir que su Omega despertara ante el llamado de su alfa.

Pero era demasiado lento

E igual se sentía débil.

Se sentía acalorado con solo las feromonas que llegaban hasta la entrada de aquella inmensa casa.

Las piernas le comenzaron flaquear, aquel cosquilleo que estaba en su vientre era imposible de ignorar.

No recordaba que su cuerpo podía reaccionar de tal manera.

Aquella vez que vio por primera vez a Taehyung en celo no se comparaba con esta.

Le daba crédito a qué tanto el como su lobo se hallaban ansiosos porque ahora no había nada ni nadie que le impidiese al alfa de tomarlo.

Ni a el de entregarse.

Pasos lentos fue los que dió con tal de acercarse hasta la habitación del alfa que se hallaba estúpidamente lejos.

Un gran camino por recorrer, esperaba que sus piernas no le fallaran ni que sus pantalones se mancharan al sentir vagamente como su cuerpo reaccionaba a media que se acercaba.

Preparándose para recibir a su alfa.

Se sentía demasiado sucio al ser conciente de los mucho que estaba anhelando atender a Taehyung.

Su Omega ni que hablar.

Alfa, alfa, alfa, alfa...

Creyó por un momento que al estar tan cerca el alfa este saldría a arremeter contra él.

Pero ello nunca paso.

Es por eso que con cuidado abrió la habitación del mayor sintiendo aquellas feromonas del rubio golpeándolo y atontandolo a su vez.

Observando en primera plana el desastre que era con todo destruido, hecho un caos.

Pero sin su alfa dentro de ella.

Fue entonces que agudizó aún más sus sentidos y todo instinto pidió que fuera a su propia habitación.

Casi callendo de rodillas cuando el verdadero golpe de feromonas se le dió al abrir la puerta.

Hallando un desorden descomunal.

Pero está vez con un rubio semidesnudo sentado contra la cabecera de su cama algo somnoliento quien ni se inmutó a levantarse cuando lo vio.

Porque lo estaba haciendo.

Lo estaba mirando tan ferozmente, observándolo con detalle.

Mirándolo como se acercaba a el con dificultad hasta que logró sentarse en la cama dudando si debería si quiera tocarlo.

Jungkook calentándose de sobremanera cuando reconoció algunas de sus propias prendas manchadas de una sustancia viscosa haciendo volar su mente en tan solo las posibilidades.

-Alfa...-dijo casi en un susurro causando que la mirada azulada brillará en todo su esplendor mientras que su portador tragaba con dificultad.

Taehyung moría por tocarlo.

-Omega...- dijo con voz ronca mientras levantaba una de sus manos con lentitud para acunar una de las mejillas del menor.

Jeon moría de amor por saber lo que sucedía.

No solo Taehyung buscaba cumplir su promesa de ser cuidadoso.

El mismo alfa por más que quisiera devorarlo se estaba conteniendo de no ser un bruto.

Impredecible JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora