Impredecible Jeon

XXIV

-Si no me dejas tomar agua no te dejare ni tocarme Kim Taehyung-  advirtió amenazante el pelinegro que duras penas había conseguido las pastillas.

Agradecía que Jimin fuera rápido y consiguiera las píldoras para el celo del alfa mas se vio obligado a tomarlo el mismo primero a ser consciente de lo fuertemente afectado que se encontraba por el aroma característico del rubio golpeándolo fuertemente.

Ese deseo que solo tenía en sus etapas de celo estaba apareciendo muy a pesar de que no estaba ni cerca de tener uno, se sentía extraño sentirse de tal manera por un variante externo, se estaba volviendo muy sensible a las caricias que el alfa se notaba retenía de dárselas como el quería.

Para ser un alfa puro en plena etapa de calor se estaba conteniendo demasiado bien y le daba mérito por lo que no se enojaría con el por ello más adelante, no sentía peligro o rechazo alguno por su tacto pero tampoco quería tocarlo, no quería estimularlo en querer más de lo que podría darle ni tampoco quería querer tener más del alfa por solo tocarlo.

No sabía que era luchar con su autocontrol hasta ese día, sentía que si se atrevía a siquiera tocarlo para alejarlo su piel quemaría así como su cintura y su cuello que ardían al ser tocadas por ahora sutilmente.

Los desesperados besos en su cuello habían desaparecido una vez el alfa lo acorraló contra puerta cuando entraron a la oficina de Min, tal parecía que solo marcaba territorio y no le haría algo más que dejarle en claro su posesividad, sabía que si otras fueran sus intenciones hace rato el alfa hubiera hecho de las suyas manoseándolo.

Y gracias al cielo que ese micro porcentaje de racionalidad acompañaba al rubio porque estaba seguro que  de haber estado en una situación acalorada hace rato hubiera sucumbido al deseo.

Se retenía de devolver las sutiles caricias, parecía que alfa podía conformarse con solo tenerlo cerca, lo que no le gustó para nada evidentemente fue ver las pastillas pasar por debajo de la puerta. Fue una guerra total tenerlas en las manos y otra poder colocarlas en su boca.

El agarre en su cintura era demasiado firme para escapar y Jungkook tampoco es que pudiera alejarse mucho a voluntad propia cuando todo en el gritaba atender al alfa.

-No trates de engañarme- dijo muy molesto escondiéndose en el cuello del menor, tratando de tranquilizarse solo con ello algo inquieto al saber que el Omega ya tenía el supresor en la boca- ¿Porque quieres tomar supresores? Hueles demasiado bien para tomar esa estúpida pastilla, tu aroma delata que también quieres lo que yo anhelo, podemos ayudarnos mutuamente- esta vez su voz era un poco mas tranquila con tal de convencerlo, no haciendo mas que restregar su nariz en aquella área.

El alfa no se daría el privilegio de besar al menor como el deseaba hasta que el omega accediera, eso es lo mínimo que había aceptado Taehyung quien seguía luchando por no dejar al lobo tomar el mandato total de su cuerpo.

Si bien perdía el conocimiento cuando entraba en su etapa de celo, sabía por sus hermanos que su lobo era demasiado salvaje y bruto, temía por la seguridad del omega pero no tenía la suficiente fuerza como para alejarlo.

-Si en este mismo instante me estás tocando es porque yo te lo estoy permitiendo asi que suéltame y dejame tomar agua para pasar la pastilla- Jungkook solo escuchaba que era el lobo de Taehyung quien hablaba.

-No- si, claramente ese no era el rubio.

No temía de su ausencia, el no podía temerle al alfa, por alguna extraña razón sabía que no le haría daño a pesar de que no estuviera Taehyung para mantener su lobo a raya.

-Taehyung no tientes mi paciencia, si te he dejado estar de fisgón en mi cuello es para que no le hiciera nada a Seokjin- si bien su cuerpo no le obedecía como quisiera su boca si, y a comparación de hace ya un rato ya podía usar la agresividad.