Impredecible Jeon

XXXI

Fueron cientas de veces en las que hizo esto, sin embargo se sentía ansioso y no de una manera agradable.

-Vamos Jungkook tu puedes con esto- lo animó Hoseok que se encontraba a un lado suyo esperando porque Jungkook salga al "escenario"

Un par de palmaditas en su espalda alentándolo mientras respiraba hondo antes de dejar caer su capa y dejar expuesto su cuerpo.

Si, la falta de práctica le estaba jugando en contra.

Solo esperaba no trastabillar y que todo saliera a la perfección.

-Por quien me tomas, esto será sencillo- dijo el fanfarronería queriendo camuflar sus nervios.

Y creérsela de paso.

Su lobo se halla demasiado inquieto.

-Te esperaré donde acordamos, suerte- dijo apenas el pelirrojo al escuchar como el fondo musical ya conocido comenzaba a retumbar por todo el lugar.

Fueron segundos en los que las luces bajaron aún más su intensidad entonces Jeon supo que esa era su señal, era hora de actuar y dejar que la inquietud de su Omega lo estorbase.

Paso a paso se acercaba lentamente meneando las caderas y pasando sugestivamente las manos por su expuesto cuerpo se acercó a aquel fulminante reflector que se pasaba insistentemente en el tubo principal.

El que estaba en medio de todo el establecimiento, dónde absolutamente todos podrían apreciar la escena que estaba comenzando a montar.

Aquel objeto largo, metálico e inanimado que le ayudaría a salirse con la suya fácilmente.

Fue entonces que su mirada cambió y la confianza lo invadió, con toda la experiencia que lo acompañaba logró maniobrar juntos con sus prendas a juego su presentación.

Exudaba coquetería y sensualidad.

Prendas ligeras, cortas y traslucidas en zonas sugerentes era lo suficiente para llamar la atención en ese lugar.

Pero sus movimientos eran precisos pero delicados, simulando el como se vería realizando cosas obsenas dejando poco a la imaginación.

Provocándolos.

Para todos los presentes era normal este tipo de vistas pero la astucia, normalidad y confianza que emanaba el curvilíneo Omega lograba hipnotizar a muchos.

Absolutamente todos esos alfa venían por ese tipo de espectáculo y casi todos por un poco de acción.

Jungkook en plena presentación casi falla pero supo improvisar y sacarle el provecho al exponer su redondo trasero al público.

Cómo si hubiera estado planeado.

Cuando decidió que era suficiente como para no llamar la atención bajó del escenario como buenamente pudo como si fuera parte del show por lo que nadie intervino.

Tocando y coqueteando con uno que otro alfa de camino a su objetivo que había localizado antes de comenzar.

Pero de nueva vuelta su lobo comenzaba a querer arruinar sus planes.

Emociones demasiado intensas casi lo hacen dejar de aparentar, más no dejó de estar en alerta ante cualquier cosa extraña.

Su Omega no se atrevía a hablar con lo resentido que estaba con el por todo lo que le obligaron hacer.

Por lo que Jungkook los obligó a hacer.

No hace falta aclarar que el pelinegro no quería estar ahí, sus deseos por lo contrario se inclinaban en estar rodeado por unos fuertes brazos ya conocidos e infestado y marcados con una aroma exquisito.