❝How am I supposed to ever be with him
When he and I don't speak the same language?
But we have conversations in my head
How did I fall in love with someone I don't know?❞
El mundo está lleno de historias, curiosidades, lugares y personas que están...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📍4 de Mayo de 2022 | Miami, Florida.
Abril P.O.V:
Bostecé mientras arrastraba mis pies con pesadez. Hoy fue un día cansado y agotador, cuidar a Perse mientras Catalina trabajaba, súmele las llamadas de la fundación que me mantuvieron ocupada en solo conseguir más contratos para la obtención de dinero.
Solo necesitaba más, un poco más, para que se lograra mi meta y la de Catalina.
Ayudar a todas esas niñas que quieren aprender y estudiar o que solo necesitan distraerse mientras pasan ese proceso de migración, el cuál no debería molestarles su niñez.
Una fundación únicamente para la educación y recreación de los niños migrantes de cualquier nacionalidad, que les dan oportunidades de estudiar en escuelas americanas.
Debían disfrutar, reírse y sonreír con cosas que llenen su infancia; no sufrir y meterse en ese círculo de tensión que creaba solo el intentar cumplir el sueño americano.
Un jadeo salió de mis labios al sentir la comodidad del colchón, a lo que casi cerrándo mis ojos por completo, apagué a rastras la lámpara de noche.
No supe en que momento había caído en esa inducción de un profundo sueño, pero se sentía que la oscuridad se mantenía a mi alrededor y era con un infinito vacío.
La luz cegadora me hizo parpedear varias veces y notar que los colores eran un poco borrosos a mi alrededor, pero se notaba que en silueta, estaba en un auto e iba a algún lado de las costas.
Bajé mi mirada y observé con cautela la mano que se apoyaba en mi pierna, al mismo tiempo como yo tenía mi mano encima de esta. La quité haciendo que quien estuviera mi lado hiciera un sonido en descontento.
Me reí inconsientemente como si supiera lo que pasaba, pero estaba tan pérdido mi subconsiente. Ni siquiera sabía de quien era este auto ni el dueño de esa mano.
Volteé en dirección de este, buscando resolver mi pregunta.
¿Quien era?
¿Quien eres?
Entrecerré mis ojos por el sol que pegaba de su ventana, aunque pude lograr delinear su silueta que era grande y alta, mientras los rayos del astro acariciaban su piel suavemente.
Mi parte interna se asustó de cómo le sonreí al ver su nariz fruncirse y sonreír con sus labios cerrados.
Eran facciones que ni siquiera podía saber de quien eran, pero me resultaban tan familiares emocionalmente.
—¿Quien eres?—las palabras salieron de mis labios y logré ver como su labios se movieron a un lado formando una sonrisa más amplia.
