📍 17 de Junio 2022 | Los Ángeles, California.
Narrador Ominipresente:
Abril subió el espejo que le regalaba el asiento de copiloto el auto de Shohei, luego de haberse arreglado un poco su cabello suelto, quitar las pelusas invisibles en su mom jeans y su suéter manga larga de color azul bebé, y colocar un poco de bálsamo de cocoa en sus labios.
Era un poco estúpido arreglarse para ver a su familia, pero con los nervios que tenía, debía desahogarlos haciendo algo.
Tomó la ranura de la puerta para salir, pero el japónes se adelantó por ella en salir del auto dejando la puerta abierta del piloto, para luego abrirle la puerta a ella. Empujó su lengua a un costado de su mejilla interna para ocultar la sonrisa atontada que quería salirse de sus labios al segundo que hizo ese gesto y colocaba su mano para que tomara de ella, para salir. Bajó con su cartera colgada en su antebrazo contrario.
Shohei confirmó al tener su palma contra la de ella que no era un efecto del momento, que la primera vez que tomó su mano no fue una familiaridad repentina, sino que lo era así.
Porque la segunda vez se sentía mejor y con mayor confianza.
La soltó cuando se dijo que era mucho, ya que no la quería apartar por la necesidad del contacto con sus manos que había instalado en sí, desde que aferró su mano como si fuera el único escape. Su lado egoísta no podía haber estado máz feliz que ella tomara su mano sin restricción alguna, aunque fuera por unos segundos.
Después de revisar si todo estaba en orden, ambos subieron las escaleras del porche y se acercaron a la puerta de madera de marrón claro que decoraba la casa de la familia Gutiérrez.
Era un sitio concurrido (que gracias a ello, ambos estaban con gorras negras, una dada por Shohei a Abril y lentes de sol), pero alejado del alboroto de la ciudad; una zona tranquila dónde los autos pasaban de vez en cuando y el aura familiar que destilaba de aquel lugar hacía añorar a la venezolana su bonita juventud.
Abril tocó el timbre para luego soltar una bocanada de aire, estaba nerviosa, pero aún más de la reacción de su mamá de todo esto.
Ella estaba en Los Ángeles, al frente de su casa luego de seis años y al lado, de un personaje particular que en su casa apoyaban por el fanatismo en el beísbol.
Esperaba al menos que no se desmayara enfrente de ella, pero esperaba cualquier cosa de Alicia Gutiérrez.
Al notar que no se escuchaba algún sonido de vida, Abril tocó dos veces y hasta cuatro veces más, sacándole una risita por lo bajo a Shohei al ver su desesperación.
Si, quizás una Abril de 16 años se estaba manifestando en ese momento.
—¡Voy, ya voy!—se escuchó del interior de la casa, a lo que la morena agradeció a Dios que hayan escuchado el timbre a lo que tomó el brazo de Shohei, dándole un breve apretón.
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Lost In Traslation || Shohei Ohtani ©
Historia Corta❝How am I supposed to ever be with him When he and I don't speak the same language? But we have conversations in my head How did I fall in love with someone I don't know?❞ El mundo está lleno de historias, curiosidades, lugares y personas que están...