❝How am I supposed to ever be with him
When he and I don't speak the same language?
But we have conversations in my head
How did I fall in love with someone I don't know?❞
El mundo está lleno de historias, curiosidades, lugares y personas que están...
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📍 12 de agosto de 2022 | Anaheim, California
Abril P.O.V.:
Mientras más pasaba los días, más mis pensamientos iban al borde del colapso.
Creo que desmayarme tuvo efectos colaterales, porque yo no podía estar sintiendo una necesidad tan loca de querer besar a Shohei.
Si, lo dije. Ya de verdad, me rindo ante mi estúpido orgullo.
Quiero besar a ese hombre para complacer mi ego, al mismo tiempo, romper por fin el contacto cero entre ambos.
Las cosas desde hace unos días para acá se habían calmado luego de casi gritarle todo lo que sentía, y ser correspondida era como una bocanada de oxígeno que necesitaba mientras me dejaba llevar por ese abrazo de parte de él.
Creo que me volví viciosa de sus abrazos, porque a cada rato quería uno y hasta en esas veces que ni siquiera Shohei estaba aquí en Anaheim.
Dios, estoy ya caladita por ese hombre, no puede ser.
Te encanta estarlo.
Shhh, eso no se dice.
Agarré un suéter blanco que me gustaba mucho, que tenía un cierre en la parte del cuello hasta la altura del inicio del pecho. Era tipo polo, pero de tela distinta a ese modelo y era demasiado cómodo.
Sonreí inconscientemente al recordar que él se puso un suéter parecido una vez y reconozco que me lo devoré con la mirada, porque estaba guapisimo ese día.
Se los dije señores, ya no lo oculto más. Ya no oculto más que Shohei Ohtani me tiene partida como una galleta de soda.
—¿Me preocupo por qué estás muy callada o no?—Shohei me sacó de mis pensamientos más puros y volteé a verlo, dándole una mala mirada.
Se la quiere tirar de graciosito.
Lo que le quieres es comer la boca.
Pues si, obvio.
—Dejame, estoy concentrada viendo la serie y al futuro padre de mis hijos—dije y escuché a mi lado un "tsk" de disgusto de parte de Shohei, que me hizo reír—Deja los celos, Shohei.
—No estoy celoso.
—Si lo estás, se te nota
—Para nada. ¿Por qué tendría celos?
—Mentiroso.
—No lo soy.
—Si lo eres.
—No lo soy.
—Si lo eres.
—No lo soy
—No lo eres—respondí en automático, ganándome una carcajada de su parte y solté un bufido por haberme equivocado en tal juego de palabras—Que no se te suba a la cabeza que no estás celoso. Puedo sentir tu mala mirada cuando le hago ojitos a Daichi del Karasuno.
