❝How am I supposed to ever be with him
When he and I don't speak the same language?
But we have conversations in my head
How did I fall in love with someone I don't know?❞
El mundo está lleno de historias, curiosidades, lugares y personas que están...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📍 13 de Julio de 2022 9:05 P.M. | Anaheim, California.
Narrador Omnipresente:
Adriana empujó a su hermana hacía la salida y solo despidio a ambos con una sonrisa divertida y un "Abril, disfruta", que hizo a la morena molestar para después cerrar las puertas en su cara.
Lo dejó sin aire, como siempre. Lo dejó sin muchas palabras a la primera y todo cohibido en el interior, pero se propuso sacar un poco más de su lado extrovertido mientras la veía de pies a cabeza. Ella era preciosa, ¿cómo diablos la vida puso de que ellos dos se empezaran a hablar y no había se desmayado en un principio?
—¿Para qué tuve hermanos menores?—cuestionó al aire, haciendo reír al japones y ella sonrió, por haber cortado el aire tenso que se encontraba entre ambos. Volteó hacía él, dándose unos segundos para solo...mirar.
Traía un suéter gris casi tirando a azul militar, un reloj en su muñeca izquierda, con un par de pantalones blancos un poco sueltos, pero cómodos y su cabello pelinegro tan sedoso, que estaba tentada a pasar sus dedos en este para desordenarlo y que este lo volviera a arreglar o al menos, que le dejara a ella la oportunidad de hacerlo.
Abril ladeó su cabeza un poquito, haciéndola ver tierna a ojos del beísbolista—Hola, Shohei.
—Hola, Abril—repitió él, tanto gesto como sonrisa mientras ambos se quedaban viendo con diversión—¿Lista? Vamos a mi casa.
—¿Qué?—a ella ni siquiera le dió tiempo de soltar un comentario doble sentido, para sonrojarlo, ya que ya la tenía sonrojada a ella sin saberlo.
—Te tengo una sorpresa—respondió mientras indicaba que siguiera delante de él, a lo que ella empezó a caminar con dudativa.
—¿En serio?
—Si, vamos—aseguró mientras controlaba su paso e ir al mismo ritmo. Al llegar frente al apartamento, abrió la puerta para ella y Abril sonrió en agradecimiento—Bienivenida a mi apartamento.
—Vaya, está más arreglado que el mío—acotó, observando con interés la organización que tenía haciendo que se viera espacioso y cómodo al mismo tiempo.
—Pero el tuyo se ve como un hogar—replicó y ella hizo lo que pudo para que él no notara su sonrojo al escuchar eso. Era algo simple, pero era...bonito escucharlo por primera vez en su vida.
Él cerró la puerta trás de si, mientras Abril quitaba sus zapatos como costumbre que tenía de su casa y los dejó a un costado de la entrada. Volteó a ver con inocencia al hombre que la observaba con cálidez y un toque de emoción.
—¿Qué? ¿Qué hice?
Él negó dándole una sonrisa suave, para luego llamarla a que siguiera por dónde él iba.
—Tu apartamento es bonito, me gustan las plantas—confesó Abril, mientras él le indicaba que se podía sentar donde quiera en la parte de la cocina. La mujer aprovechó de verlo de espaldas, aceptando la realidad que le gustaba verlo cuando estaba desprevenido, él era guapo, demasiado si se ponía a describirlo. Ahora entendía un poco a Adrián. Paseó la mirada a lo largo del sitio, y una sonrisa se puso en su rostro al notar algo peculiar—Aún lo tienes.
