Choi Soobin siempre ha sido la clase de persona que se enamora de la idea del amor.
Quiere vivir un romance con una chispa inigualable y ha rechazado a muchas personas para conseguirlo, ahora a sus 29 años empieza a creer que, tal vez, esperar a su...
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Cap. 14| ALMA.
Choi Taehyun.
Cuando decidí estudiar producción musical mis padres estuvieron en contra. Se encargaron de volver todo mi primer semestre imposible de disfrutar poniéndome tareas en casa y recortando el dinero que me cedían.
Entonces gané un concurso de composición nacional, y de la nada me empezaron a presumir ante sus amigos. "Mi hijo es un prodigio" decían.
Yo los dejaba hacerlo sin comentar nada, sonriendo a las personas que ellos me presentaban. Pero siempre tendré un poco de culpa por elegir mi camino sin pensarlo dos veces.
Gracias a mi rebeldía Yeosang estuvo obligado a estudiar medicina, mi pequeño hermano fue expulsado de la academia de baile a la que asistía por órdenes de nuestros progenitores, como si lo castigarán por mi elección.
"No hace falta que sigas los pasos de tu hermano" le dijeron.
Él nunca me culpo a mí, lo que hacía que me sintiera incluso peor.
Si tan solo hubiera salido un poco de rencor o golpes de su parte en alguna ocasión podría haber sentido que estábamos a mano. Pero eso nunca pasó.
Así que estudió medicina, porque sus manos podían sanar. Algo que él no eligió, tal vez que ni siquiera le gustaba, pero igual terminó por aceptar por la misma razón que aceptó perder a su mejor amigo si no funcionaba su relación con Soobin.
A Yeosang le importaba nuestra familia más que nada, incluso más que él mismo.
— ¿Desde cuándo se acuestan ustedes dos? — la pregunta me dejó fuera de combate ¿Cómo se enteró? Volteé en dirección a Beomgyu quien se mantenía como estatua junto a la puerta y por la forma en que estaba su expresión supe que él no se lo dijo.
Los segundos se arrastraban dolorosamente, mientras yo trataba de buscar algo inteligente que responder.
— Anoche... Anoche fue la primera — Su expresión se endureció un poco, cuando le termine por confirmar sus sospechas.
Levantó su mano y yo cerré los ojos esperando recibir el golpe, pero no pasó nada.
Mire con cuidado hacia donde Yeosang se encontraba respirando pesadamente en un intento de calmarse.
— No, la violencia no va a resolver esto — Dijo, soltando un bufido exasperado mientras se dejaba caer en el filo de la cama, pasando sus manos por su cabello.
— ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? — murmuraba despacio, como si hablará para sí mismo. Me sentí mal al verlo consternado, casi deseaba que me hubiera golpeado en cuanto llegó, pero otra vez, él seguía sin hacerme nada. Traté de acercarme un poco, pero él levantó la mirada y supe que no era buena idea.
