Choi Soobin siempre ha sido la clase de persona que se enamora de la idea del amor.
Quiere vivir un romance con una chispa inigualable y ha rechazado a muchas personas para conseguirlo, ahora a sus 29 años empieza a creer que, tal vez, esperar a su...
"El interés debe ser mutuo, la atención debe ser mutua y las ganas de hacer que algo funcione deben ser mutuas. Por qué el amor es un montón de cosas, pero no duda."
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— Un Choi no daña a otros solo por ser dañado.—
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|Cap 26: LOS CHOI.|
Choi Taehyun.
— No, ni lo sueñen, sobre mi cadáver — gruño pues la sola idea de este plan me parece estúpida — No lo permitiré, no él. Si tiene que hacerse dejen que yo lo haga — respondo ante los demás en la mesa.
Beomgyu toma mi brazo en un intento de relajarme, pero el verlo tan dispuesto solo hace que mi mente se ponga aún más a la defensiva.
— Hyung, yo puedo hacerlo. — responde el rubio y veo como Yeonjun y Bin aceptan su respuesta, aunque HyungSeo no está del todo convencida.
— No, no puedes hacerme esto, no puedes esperar que te vea en una arena para combate y que yo no haga algo para evitarlo — digo mientras tomo su rostro entre mis manos, pero él solo sonríe un poco como si estuviera enternecido de mi preocupación.
— Soy fuerte — dice en un susurro y yo asiento.
— Eres fuerte, sé que lo eres. Pero eres mi novio y sí puedo hacerlo yo, no le veo el caso a ponerte en riesgo a ti —
Nos sostenemos la mirada un rato, sé que él trata de convencerme, pero eso es imposible.
— Déjame explicarte algo Taehyun — escucho que me dice Soobin y yo por fin aparto mis ojos de la cara de mi novio para poder observar a alguien más — Aun mejor, te mostrare porque elegí así el orden —
Nos pide que nos levantemos de la mesa, y me quedo un poco detrás con Beomgyu mientras vemos como la familia avanza hacia el patio.
Una vez ahí mi novio me suelta la mano para acercarse a sus hermanos, Soobin nos pide mantenernos al margen, cerca de las sillas mientras vemos como la familia de Yeon se despoja de sus prendas y se convierten en un segundo.
JiEun junto a mi suelta un gritito, y yo solo atino a retener el aliento cuando tanto HyungSeo como Beomgyu se acercan a nosotros y sus lobos nos cubren el sol totalmente de lo grandes que son. Dos metros de alto en cuatro patas, acaricio el pelaje dorado solo unos segundos antes de que un aullido haga que Beomgyu se aparte.
Un poco más apartado esta Yeonjun esperando a sus hermanos en la posición que reconozco incluso si solo he visto una vez.
