Mal humor era lo que definía a Arizona aquella mañana en la empresa, hacía poco que había entrado en el segundo trimestre de su embarazo, y hoy en concreto la rubia estaba que se moría. ¿Cómo? Deja que te lo explique.
Algunas mujeres embarazadas experimentan más intensamente las molestias de los primeros meses de gestación y pierden el interés por las relaciones sexuales. Síntomas del embarazo como náuseas, vómitos, somnolencia y fragilidad emocional acaban comprometiendo la vida sexual de la pareja. En el segundo trimestre del embarazo, el deseo sexual tiende a volver o a aumentar, principalmente como consecuencia de la propia sensualidad de la mujer, más evidente en sus nuevas formas. El cuerpo que se prepara para dar a luz a una nueva vida se vuelve más sinuoso, los pechos se agrandan y la creciente barriga despierta la libido de la mujer, que a menudo se topa con pensamientos anticuados sobre el sexo durante el embarazo. Y Arizona solo podía pensar en el cuerpo caliente, musculoso, extremadamente caliente de Calíope, maldita sea, no quería pensar en ella, se hundió en los papeles para firmar, pero su cuerpo sudaba, pedía atención, sus pechos ya grandes, estaban sensibles, querían ser tocados. Cerró los ojos unos segundos e imaginó las fuertes manos de Callie apretando su cuerpo como aquel día, recorriéndola entera, solo para ser sacada de sus pensamientos por el timbre de su teléfono personal.
Ella resopló enfadada y contestó.
Llamada
- Adelante, Penélope.
- ¿Va todo bien, señora Torres? La reunión se ha retrasado cinco minutos porque has desaparecido.
- Voy para allá.
Llamada finalizada
Después de la llamada, la rubia bebió dos vasos de agua, necesitaba apagar ese fuego que no sabía cómo se había iniciado. Se arregló la ropa, que era un sencillo, pero bonito vestido azul marino, respiró hondo y se dirigió a la sala de reuniones, a medio camino se topó con uno de sus empleados, pero no pudo ocultar su mal humor.
- ¿Qué haces dando vueltas por la empresa? - le dijo con dureza.
El chico, que no era más que un aprendiz, estaba aterrorizado de su jefa por todo lo que decían de ella.
- Yo no... Lo siento, señora Robbins. - dijo el chico, bajando la mirada.
- Torres, señora Torres. Y apártese de mi vista.
El chico volvió a temblar de miedo ante su jefa y casi salió corriendo de su vista.
Arizona respiró hondo y entró en la sala de reuniones.
- Buenos días, disculpen el retraso...-y así la rubia comenzó la reunión.
Aburrida, irritada y absolutamente inerte, era como se encontraba Arizona después de que los citados departamentos se sentaran a presentar sus proyectos y beneficios.
-... ¿Nos permite, señora Torres? - preguntó el representante de RR. HH, llamando la atención de la rubia sobre la reunión.
- ¿Qué? - preguntó confundida la rubia. Le ponía nerviosa que su cuerpo pidiera atención de aquella manera.
- Nos gustaría hacer fijos a los becarios de RR. HH.
- Ah, Alex, ¿puedes solucionarlo por mí? - preguntó y Alex asintió. - Tengo que ir a la oficina, continúa. - Se levantó y se puso la mano en el vientre.
- ¿Va todo bien? - preguntó Amelia en un susurro.
Arizona se limitó a asentir y se dirigió a su oficina, tomó aire y bebió más agua, pero sabía que eso no lo solucionaría, conocía a la única persona que podía solucionarlo, se giró en su silla giratoria y miró hacia el enorme rascacielos con un letrero plateado de "TORRES", respiró hondo y cogió su celular.
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juegos de poder
FanfictionUna rivalidad, dos empresas, una sociedad, dos mujeres ambiciosas , callie, presidenta de torres id, Arizona presidenta de robbins company, las dos están invitadas a competir en una reunión con otras empresas y ganar yendo a competir por millones a...