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Sala de reuniones - Las Vegas

Dividido. Así era la compañía Minnick, por lo que Henrico Minnick junto con su hija Eliza decidieron también dividir la empresa de las empresas, obteniendo ganancias, pocas, pero aún en ambas compañías, después de dos horas de discusiones y contraargumentos, Callie y Arizona aceptaron la propuesta inicial.

Callie se fue molesta pero en silencio, mientras que la rubia se fue quejándose de haber viajado básicamente por nada.

Todavía en la sala de reuniones, Henrico y Eliza le dieron la bienvenida a Lauren y Jackson.

- ¿cómo va el plan? - Preguntó el mayor.

- Hasta ahora va bien.- El abogado dijo sonriendo.

-Poner las drogas en sus bebidas fue fácil para mi. - Dijo Eliza y sonrió. - No esperaba la boda, pero eso depende de ellas . Incluso que Arizona cambiará su apellido.

Todos se rieron.

- Arizona es más responsable que callie, por lo que será difícil obtener algo de ella, pero Callie es una mujeriega, ustedes dos - Henrico señaló a Eliza y Lauren. - tratarán de acostarse con ella y exponer la traición, Arizona no es estable para eso, renunciaría a todo. - El hombre sonrió. - Pronto la compañía Torres y la compañía Robbins serán completamente mías.

Recepción del hotel - Esa tarde

- Nos vamos ahora. trae los documentos que tengo que firmar. Ya tengo listo el jet.- dijo Arizona a Amelia.

-¿Estás bien? - La morena preguntó visiblemente preocupada por su amiga.

La rubia suspiró.

- Estoy cansada, quiero estar con mi madre, mi hermano, mi sobrina. Pero no - se rió de mala gana - Estoy en Las Vegas, no pude conseguir la maldita sociedad al 100%. - levantó la mano izquierda, donde llevó el anillo. - Me casé con la mujer que más odio y desprecio del mundo, me fui a la cama con Torres y me desperté el otro día, sin siquiera recordar cómo acabe allí.

Amelia abrazó a su amiga.

- Lo siento, Ari. ¿Por qué no vas con tu madre?y yo voy a la empresa , y le paso todo a Alex y hago una videoconferencia con April para pasarle todo.
Robbins parecía pensar, hasta que sonrió.

- Voy a hacer eso. Muchas gracias, Amelia, eres una gran amiga. - Ambos se abrazaron y Sheperd subió las escaleras para buscar esos  documentos. Y la rubia dirigió su atención a la recepcionista que sonrió. - Me gustaría hacer mi pago.

- Por supuesto, espero que tu estancia haya sido buena. - La rubia puso los ojos en blanco, ciertamente no lo fue. - ¿Cómo te llamas?

- Arizona Robbins.

- Solo un minuto, señora Robbins, voy a revisar el sistema. - La rubia asintió y revisó algunos correos electrónicos en su teléfono móvil mientras la señorita la estaba mirando. - Lo siento, no puedo encontrar ningún Arizona Robbins en el sistema.
- ¿Por qué no? - La rubia se molestó - Eso es todo lo que necesitaba, búscalo bien. ¡Vamos!

- Señora...

- Pruebe con Arizona Torres, por favor. - La recepcionista fue interrumpida por Callie. Y Arizona se dio la vuelta mirando a la morena.

- Aquí, Arizona Torres.

La rubia se rió de mala gana.

- No me lo creo,esto tiene que ser una broma. Solo haz este pago, por favor. - exclamó molesta Arizona . - ¿Qué estás haciendo aquí?

- ¿Qué quieres decir, querida? Nos vamos. - Sonrió y miró la cara confusa de la rubia e hizo mención con su cabeza dónde las miraba Avery.
La rubia puso los ojos en blanco.

- Por supuesto. - Sonrió sin mostrar los dientes. - Te llevaré a conocer a tu suegra.

La morena abrió los ojos.

- ¿Tienes madre? - Preguntó Callie con asombro.

- Claro, Callie. ¿Que crees que soy?

- No querrás saberlo. - se rio. - Yo también quiero hacer mi pago , por favor, Calliope Torres.

La recepcionista los miró fijamente.

-Entendido. - Sonrió de esquina

La morena se acercó a la oreja de Robbins.

- Mis cosas están listas para ir a tu casa, querida.

Arizona volteó a mirar a la morena y ambas se miraron. La rubia miró de un lado a otro y observó la sonrisa de Callie.

- Puedes quitarte esa sonrisa, Torres, te odio, y lo que pasó esa noche ciertamente no volverá a suceder, porque si a cercas a es amigo tuyo a mi , no lo pensaré dos veces antes de cortártelo-La morena tragó saliva y solo asintió. - Excelente.

La rubia sonrió, tomó el papel que qué la recepcionista le entregó y salió al lobby a esperar a la morena.

Sí, este fin de semana en casa de Robbins definitivamente funcionará.

La morena se rió con la idea de conocer finalmente a la familia de Arizona, sintió lástima por la familia de la rubia, teniendo que lidiar con ella a menudo.

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