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Como cada año, el baile benéfico de la empresa Robbins fue impecablemente perfecto, con una decoración temática de carteles rojos y negros y un espectáculo de magia. Todo el mundo iba impecablemente vestido y disfrutando como forma de desestresarse del trabajo. Incluso April estuvo presente esa noche, pero a diferencia de todos los años, el discurso de esa noche no fue suyo sino de Arizona. Alex, que en realidad es el director financiero de la empresa, se encargó de las donaciones, que iban en aumento, y esto hizo que la imagen de la empresa quedará bien. La gran sorpresa para todos los que sabían que la boda de Arizona era una fachada fue cuando Eliza Minnick cruzó las grandes puertas.

Como siempre, la temida y bella CEO de la empresa Robbins llegó un poco tarde. La diferencia con respecto a otros años fue que llegó acompañada de su mujer, y lo que más llamó la atención de todos fue que la camisa del traje de Callie hacía juego con el vestido de la rubia: la pareja más linda que se podría decir. Después de que la pareja posara para varias fotos y dieran una pequeña entrevista a un reportero, entraron en el salón con bonitas sonrisas en sus caras, pero la de la rubia no duró mucho cuando vio a Eliza tomando una copa con Jackson. La rubia puso los ojos en blanco y resopló enfadada, lo que no pasó desapercibido para la morena.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó la morena en voz baja cerca del oído de la mujer.

- No sé quién ha invitado a esos dos. - los miró y Callie siguió su mirada y se echó a reír.

- Yo los invité. - la rubia la miró con los ojos muy abiertos. - Yo también invité a Lauren, pero creo que tenía miedo de presentarse desde que se metió con mi pasado. - se rio ella.

- No me lo creo. ¿Por qué las invitaste?

- Solo para demostrar que no tendrán nuestras compañías, ahora finge que eres feliz siendo mi esposa. - dijo Torres y se echó el peinado hacia atrás, luego se arregló la corbata que Arizona le había regalado.

La rubia la miró y sonrió, besándole la mejilla, a la que podía acceder fácilmente, ya que llevaba tacones.

- No necesito fingir. - Dijo la rubia y le guiñó un ojo a la morena, dándose la vuelta y dirigiéndose hacia sus amigas.

Callie la vio alejarse y se rio y fue tras ella. Al acercarse por detrás de la rubia, se dio cuenta de que charlaba animadamente con las tres mujeres, Amelia, April y una guapa morena a la que aún no conocía.

- Buenas noches, chicas. - deseó, sonriendo, y abrazó a la rubia por la cintura.

- Buenas noches, chicas. - respondieron las tres mujeres al unísono.

- Callie, Amelia, mi amiga y jefa de marketing de la empresa, ya la conocéis.

La morena asintió y le estrechó la mano.

- ¿Cómo estás, Amelia?

- ¿Cómo estás tú?

Torres asintió y sonrió.

- April, mi mejor amiga y vicepresidenta oficial de la empresa, está de vacaciones. Pero creo que tú también la conoces -se presentó la rubia.

- Sí, la conozco - sonrió y saludó a la pelirroja.

- Esta es Josephine, ha empezado esta semana como jefa de publicidad. - Arizona presentó a la hasta ahora desconocida morena.

- Es un placer conocerla por fin, señora Torres, y enhorabuena por los gemelos. - dijo Josephine sonriendo.

- Gracias, y es un placer, pero por favor, solo Callie. - Dijo la morena con simpatía. - Cariño, ¿vamos a saludar a los demás? Enseguida volvemos.

- Sí, vamos. - Dijo la rubia y sonrió a sus amigas. - Hasta luego, chicas.

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