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El silencio en aquella habitación era lo suficientemente incómodo para la nueva "pareja", pero la matriarca de los Robbins le cortó el paso.

- ¿Esto es serio? ¿Os habéis casado?

Las dos se miraron.

- Sí, es serio. Mamá, me he casado. - Arizona habló pero no con tanta emoción y Torres sólo asintió

- Me alegro mucho por ello. Ven aquí, hija mía -llamó la señora Bárbara y Arizona se acercó a su madre-, mi sueño antes de fallecer era verte casada, rehaciendo tu vida. - la mayor casi llora - Por favor, Callie, cuida de mi pequeña. Las buenas historias de amor siempre empiezan con un poco de rivalidad, ¿no crees Timothy? - el chico aceptó sonriendo, estaba feliz por su hermana, confundido, pero feliz. - Te quedarás en tu antigua habitación Arizona.

- Gracias, mami. - solo esto que la rubia contestó, odiaba tener que mentir a su madre, sentía que le dolía el corazón por la mentira, su madre se merecía más.

- Arizona, ¿puedo hablar contigo?

-claro

Pronto Gersen se levantó y se dirigió a la cocina con la rubia a su lado.

- Así que, Gersen, dime de qué quieres hablar. - Arizona habló, apoyándose en la encimera con los brazos cruzados.

- Arizona, ¿apareces aquí después de no recoger a tu madre, después de un viaje al azar, con esta mujer que hasta ayer odiabas y ahora es simplemente tu esposa?

Gersen estaba visiblemente nervioso.

- Acabo de llegar, ¿realmente quieres pelear? - la rubia puso los ojos en blanco.

- Nunca pensé que fuera así cómo se cree, vendiendote por dinero . - dijo el chico con desprecio.

La rubia se dirigió hacia él.

- Esa mujer tiene una empresa increíble y es muy respetada, pero yo también, no necesito dinero y ¡No vuelvas a decir eso! - se regocijó la rubia.

- Estás con ella por estatus y la has traído a la casa de tu madre.-dijo Gersen decepcionado.

- No es por estatus. - Robbins dice - ¡es mi esposa!

- Arizona, ¿está todo bien? - preguntó Callie, acercándose a los dos.

- Sí, sólo un malentendido.

Dijo la rubia alejándose del chico y respirando lentamente, Gersen salió de la cocina y la rubia dio un puñetazo a la encimera, odiaba que la gente dijera que estaba utilizando algo o alguien para crecer en la vida, ¿nunca nadie creería en su potencial? Callie se acercó y le puso la mano en el hombro y vio que la rubia se limpiaba una lágrima.

- Chicas, ¿está todo bien? Gersen se fue de aquí rápidamente. - preguntó Timothy, entrando en la cocina.

- Creo que este primo tuyo ha hecho demasiado por hoy. - dijo Callie y señaló a Arizona.

Callie fue al salón y cogió su bolso y el de Arizona, llevándolo al dormitorio donde iban a dormir.

Arizona vino justo detrás abrazando a su hermano.

- ¿Todo bien, tía?

- Sí, cariño. - sonrió.

- Hija, sube, recoge tus cosas, dúchate y ven a cenar, creo que puedo hacer unos macarrones para mi nuera. - dijo Bárbara alegremente, llamando a Timothy para que la ayudara.

- Sólo, no te presiones demasiado mamá.

Dijo la rubia y recibió una sonrisa. Habló un poco más con su sobrina y subió al dormitorio, cuando abrió la puerta se encontró a Callie sólo en ropa interior femenina, por suerte (o por desgracia) Torres estaba de espaldas.

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