Ariana.
Las vacaciones representan un alivio porque no estaré obligada a cruzarme con Kerim por un buen tiempo. Pero, la mala noticia es que, de manera inevitable, seguimos coincidiendo cada vez que alguien del grupo propone una salida. La situación se complica aún más ahora que él se ha convertido en un gran amigo de Gisselle, despertando en mí celos que, a pesar de no querer admitir abiertamente, están presentes. Y no hablemos de Lauren, quien era su íntima amiga desde antes, y fui yo la que me entrometí en esa relación, pero eso no es lo peor, pues lo "peor" comenzó tiempo después, pero esto me tiene tan mal que preferiría no volver a recordarlo más.
Poniendo a un lado todas las circunstancias desafortunadas que han transformado a Kerim en algo desastroso en estos últimos meses, debo hacer hincapié en el cambio inexplicable de dinámica que ha surgido entre este chico Gerard y yo. Solamente recuerdo la primera vez que lo vi en mi casa cuando mis padres organizaron esa estúpida reunión de bienvenida para mí. Lo vi a él como un insistente, intenso, insoportable y metiche. Pareciera que las cosas han tomado un giro más romántico entre nosotros, lo cual, sinceramente, no me agrada en absoluto. Aunque desee evitarlo a toda costa, mi cuerpo parece reaccionar a sus insinuaciones.
Inicialmente, Gerard y yo manteníamos una relación puramente amistosa, compartiendo aventuras, intereses comunes y diversas experiencias juntos. Sin embargo, no tengo idea de cuándo él inició su estrategia de cortejo hacia mí, y lo que me desconcierta aún más es que estoy experimentando cierta respuesta a sus coqueteos.
No puedo evitar reaccionar cuando él toma delicadamente mi mano y comienza a acariciar mis dedos con los suyos, o cuando camina cerca de mí y me sujeta por la cintura para apartarme.
Estoy enredada en una mezcla de querer y no querer. Generalmente me planteo demasiado las cosas cuando se trata de él, me quedo plantada frente al espejo, mirándome y analizando mi apariencia y preguntándome qué me ve o si de verdad tengo las cualidades suficientes para ser apta para estar en una relación con una persona, en especial él, que parece tener una fijación por un prototipo específico de chica y que, viéndolo bien, yo no lo cumplo.
No soy el típico de chica que él suele mencionar o seguir en sus redes sociales, empezando por mi estatura. Él suele tener esa fijación excesiva por las mujeres altas, delgadas y delicadas. Yo estoy lejos de ser así. Tras de ser bajita como un hobbit, no soy tan delgada, soy un poco de contextura media pero siento que estoy más rellenita de lo que me gustaría. Además, estoy lejos de ser delicada, mis ataques de ira hacia Kerim lo dejan en claro.
La imagen en el espejo no es que me convenza demasiado y es cuando recuerdo todos y cada uno de los comentarios que recibí sobre mi estatura y mi físico, siendo más fuertes los que estoy recibiendo actualmente gracias a este idiota arrogante, tal vez tenga más razón de lo que quiero admitir. Por otra parte, también está que mi personalidad no es merecedora de un reconocimiento, pero eso sería ahondar más en ese hueco que se está comenzando a formar en mi autoestima.
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CLAROSCURO © 𝙻𝚒𝚋𝚛𝚘 𝟷 『𝙀𝙙𝙞𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤』
Romance¿Haz experimentado alguna vez la paradoja de desarrollar afecto hacia alguien a quien inicialmente albergabas aversión? Es un fenómeno intrigante que refleja la complejidad de las relaciones humanas, donde las emociones fluctúan y evolucionan de man...