Kerim.
Tengo algo completamente claro: aunque podría ser solo cosas mías, sé que Ariana se está percatando de algo que estoy intentando ocultar con todas mis fuerzas. Para ser totalmente franco, ni siquiera yo mismo sé cuándo comenzó todo este embrollo, siento que fue para la época donde ella consiguió novio, donde ese fastidio que le tenía aumentó.
Hace más de un año que "nos conocemos", y durante ese mismo período, se gestó este intercambio venenoso entre nosotros. En un momento, me detuve. Sí, algo que juré no hacer y terminé haciéndolo. Fue ella misma quien, en una ocasión, me dejó con el corazón palpitando a mil por hora. Aunque no comprendía completamente por qué, sus palabras resonaban en mi mente: "Déjame en paz, me haces sentir mal conmigo misma". Desde ese día, la distancia entre nosotros se amplió, y mi confusión sobre lo que hice mal, creció.
En un principio no entendí la gravedad de la situación hasta que Gisselle me contó un poco sobre los problemas que ha venido presentando Ariana a lo largo de los últimos meses, concretamente, desde tiempo antes de decirme esa frase que me hizo dar un alto a todo. Ariana parecía ser una chica fuerte e indomable, esa forma de enfrentarme y responder a mis provocaciones me lo había demostrado, pero parece que, como todo, ella llegó a su límite.
La última vez que crucé palabras con ella, algo cambió en el aire. Sus ojos, una vez tan llenos de fuego y desafío, ahora parecen contener una sombra de tristeza. No puedo evitar sentirme intrigado y, lo admito, un poco culpable. Nunca imaginé que mis comentarios podrían tener un impacto tan profundo en ella.
La veo sola con más frecuencia, perdida en sus pensamientos mientras camina por los pasillos de la universidad. Ya no es la misma Ariana que conocí. Es casi como si cada palabra hiriente que le lancé hubiera dejado una marca indeleble en su ser.
Gisselle me miró con una expresión de reproche cuando le pregunté por Ariana. "Estás destrozándola", fueron sus palabras. Aunque traté de mantener mi fachada de indiferencia, algo dentro de mí se removió al escuchar eso. No me di cuenta de cuánto impacto podía tener en ella. Me encuentro reflexionando sobre nuestras interacciones pasadas. ¿Fui demasiado lejos con mis bromas sarcásticas y mis comentarios mordaces? ¿La lastimé más de lo que jamás imaginé? Es difícil aceptar que, en el proceso de divertirme a costa de sus enojos, podría haber contribuido a un cambio tan marcado en su personalidad.
No era difícil notar que Ariana se había vuelto más solitaria. Ya no se mezclaba con tanta gente en los pasillos, no participaba activamente en las conversaciones grupales como antes. Sus risas, que solían resonar fuerte, se habían convertido en un eco distante. Incluso su forma de vestir había cambiado, optando por tonos más apagados y prendas que ocultaban más de lo que revelaban.
Ariana nunca me hizo algo considerado grave, pero inexplicablemente me empeñé en desestabilizarla de manera tan ciega que ahora me siento como un completo idiota. Aunque, en su defensa, ella tampoco se queda demasiado atrás. Hasta el día de hoy, no logro entender cómo se sumó a esa disputa que creamos de manera totalmente innecesaria.
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CLAROSCURO © 𝙻𝚒𝚋𝚛𝚘 𝟷 『𝙀𝙙𝙞𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤』
Romance¿Haz experimentado alguna vez la paradoja de desarrollar afecto hacia alguien a quien inicialmente albergabas aversión? Es un fenómeno intrigante que refleja la complejidad de las relaciones humanas, donde las emociones fluctúan y evolucionan de man...