Capítulo trece: Metamorfosis.

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₊˚✧[Ariana.]✧˚₊‧

El transcurrir del tiempo es tan vertiginoso que en ocasiones me hallo asombrada al tomar conciencia de la multitud de eventos que se suceden. La última ocasión en la que disfruté de un momento de serenidad fue aquella vez que, junto a ellos, nos dirigimos a la cabaña situada en las afueras de la ciudad. Desde ese día, todo experimentó un cambio drástico; las relaciones entre nosotros, antaño amigos inseparables, se transformaron en lo que siempre anhelé poseer. Charly, con su prudencia y sensatez, se ha convertido en una especie de hermano mayor para mí, siempre atento y dispuesto a ofrecer su hombro como consuelo para mis lágrimas.

Gisselle, con su exuberancia, insuflaba vitalidad y efervescencia en mis jornadas. Ella representa la chispa que en ocasiones siento carecer, en esos momentos de desconexión con mi propia existencia, brindándome un impulso de hiperactividad que hasta entonces ignoraba necesitar. Siempre a mi lado, procurando arrancarme sonrisas cuando la tensión se apodera de cualquier situación.

Laura y Lauren se erigen como figuras sororales que han llenado un vacío afectivo en mi existencia. Aunque indudablemente, Lauren se distingue por su proximidad más íntima hacia mí, no puedo soslayar la profunda influencia que ambas ejercen sobre mi persona. Es posible que mi condición de la más joven, especialmente entre ellas dos, explique en parte por qué Lauren se erige como una voz de la realidad, interpelándome de tanto en tanto.

Por último, pero no menos importante, figura Kerim, cuya relación conmigo experimentó una metamorfosis notable desde nuestro retorno de aquel paseo. Curiosamente, tras una conversación peculiar, su actitud hacia mí se transformó drásticamente, expresando gestos de afecto como un método peculiar para conquistar mi confianza.

No manteníamos una amistad cercana, sin embargo, la dinámica entre nosotros experimentó una transformación notable. Anteriormente, nuestra interacción estaba marcada por intentos mutuos de aniquilación; ahora, disfrutamos de momentos de calidad, aunque algo singulares. Al menos, se abre ante nosotros un nuevo panorama.

Emitir un juicio sobre un individuo sin haber alcanzado un conocimiento íntegro de su persona resulta ser una empresa trivial. Me incluyo en los que han caído en este error, sumergiéndome en una ceguera que nos condujo, a Kerim y a mí, a enfocarnos exclusivamente en las interacciones desafortunadas y los defectos que ambos nos empeñábamos en exhibir durante una etapa marcada por la defensiva.

Aunque su esencia personal apenas ha sufrido variaciones significativas, manteniéndose fiel a sí mismo en esencia, he percibido que tiende a mostrarse más reservado de lo que inicialmente aparenta. Quizás algo tímido, amalgamando un carácter que oscila entre lo lúdico y lo distante. No obstante, persiste el hábito de incomodarme, al acecho en las sombras, aguardando el momento oportuno para desestabilizarme.

La discrepancia entre el cambio en la dinámica interpersonal entre nosotros y la persistencia de ser aún objeto de burlas mordaces por su parte es un fenómeno que aún no consigo desentrañar por completo, aunque ya no lo percibo con la misma sensibilidad personal que antaño.

CLAROSCURO © 𝙻𝚒𝚋𝚛𝚘 𝟷 『𝙀𝙙𝙞𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora