Capítulo 1

563 63 8
                                    


Qué agradable es volver a sentir la luz sobre la piel...

Eso fue lo primero que pensó el espíritu maldito encarnado Ryomen Sukuna al tomar posesión del cuerpo de Itadori Yuuji, el 14 de junio de 2021.

Aunque claro, estaría mejor si no estuviera encerrado en el cuerpo de un idiota.

-3 días antes-

Quizá fue la desesperación o la locura, o puede que una mezcla de ambas, pero la única solución que Yuuji vio en ese momento fue devorar el objeto maldito.

Tenía lógica, para exorcizar a una maldición hace falta energía maldita, de la cual él carecía. La maldición en su instituto buscaba el objeto maldito para obtener dicha energía, así que, siguiendo una simple regla de tres, no podía salir mal.

O eso creía él.

–¡Será una masacre! –gritó el espíritu maldito encarnado, habiendo tomado el control de su cuerpo. Hacía gala de su maldad, emocionado de volver a la vida.

Fushiguro Megumi no creía lo que veía. Todo había ocurrido tan deprisa que ni siquiera había tenido tiempo de procesarlo.

Yo... sólo... sólo tenía que vigilar el objeto maldito y.... Y ahora... el mismo Ryomen Sukuna ha encarnado... Es la peor posibilidad entre un millón...

–¿Qué haces con mi cuerpo? –dijo de nuevo la voz de Itadori.

Espera... ¿Qué? Ha recuperado su voz... eso significa que...

–¿Cómo eres capaz de moverte? –preguntó de nuevo la voz grave del espíritu, salida de la garganta del chico.

No es posible.

–Bueno, es mi cuerpo –Respondió Yuuji, como si fuera lo más lógico.

Como si no fuera un suceso prácticamente imposible que en su cuerpo acabara de encarnar un espíritu maldito de categoría especial y que él fuera capaz de someterlo sin ningún problema.

No... no es un categoría especial cualquiera... es el Rey de las Maldiciones.

Megumi no entendía qué estaba pasando, pero una cosa estaba clara. Itadori ya no era humano, ahora era un recipiente. Estaba poseído por una maldición, por lo cual, debía exorcizarle.

Aquí y ahora, antes que el espíritu maldito lograra el control de forma definitiva y fuera tarde.

No quiero matarle.

¿Quién diablos eres tú?

La voz resonó dentro de la cabeza de Yuuji, incapaz de acallar el retumbar que suponía en el interior de su cráneo. Igual que una migraña muy intensa. Por un momento, se preguntó si se había vuelto loco, pero recordó lo que acababa de ocurrir.

No pudo responderle a la voz, puesto que Megumi, el hechicero al que había conocido hacía escasas horas, se encontraba a su lado en posición de ataque.

–Eh, espera, no...

–¿Cómo va ese objeto maldito? –preguntó una nueva voz, un tipo de pelo blanco y ojos vendados que acababa de aparecer en escena.

Sukuna estaba tan enfadado en ese momento, tan frustrado y furioso, que le costaba ser consciente de lo que ocurría fuera del cuerpo de su recipiente.

Maldito mocoso. ¡Ni siquiera tienes un ritual!

No era capaz de usar su intelecto y astucia debido a la situación.

El CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora