Llegó la clase de tutoría y nuestra tutora entró muy emocionada esperando nuestros trabajos.
Ni nos riñó por estar todos de pie armando un jaleo y discutiendo. Se sentó tranquilamente en su silla de profesora, para nosotros un trono, y pidió silencio de forma calmada.
Yo no estaba igual de relajada como ella.
No pasa nada, sólo es un trabajo. Además, yo le puedo explicar a la profesora que no hicimos el trabajo por culpa de ellos y no la mía.
Les tocó primero exponer el trabajo al grupo de mis dos amigos. Luara se levantó de su asiento y le apreté de la mano para desearle suerte. Diego pasó a mi lado y discretamente me dejó un besito en la cabeza.
Su equipo había hecho el trabajo en una gran cartulina y estaba todo ordenado y decorado.
Cada uno se había repartido una parte de la exposición y cuando terminaron todos aplaudimos con fuerza porque se lo merecían.
— Habéis hecho un excelente trabajo.— los felicitó nuestra tutora toda orgullosa.
Después de ellos salió el grupo de Natalia la sexy y Eduardo el bajo junto al resto de sus compañeros de equipo.
En su trabajo tenían muchas cosas a mejorar pero como mínimo lo habían hecho.
Ahora nos tocó nuestro turno, los nervios me dominaron. Salimos todos a la pizarra y ellos con bastante orgullo con la cabeza en alto cuando no habían hecho nada.
Para mi sorpresa, Noa sacó la hoja que escribimos ella y yo el otro día. Sin embargo, estaba arrugada, llena de manchas de alcohol, que espero que la profesora no se de cuenta, y quemaduras producidas por el cigarro. En el papel sólo estaba lo que habíamos escrito la semana pasada, nada nuevo.
— Venga, comenzar.— sonrió la profesora inocentemente.
—¿Quién empieza?— pregunté nerviosa.
— Quitar coño.— Raúl nos empujó a un lado y cogió la hoja arrugandola todavía más — Eh... la violencia de... ¿granjero pone?
La clase se echó a reír.
— Menudo payaso.— Paula puso los ojos en blanco.
— Ah, de género.— siguió el moreno — Se refiere a la volcanización tanto física como pequímica , que se ejército contra las mujeres por raza de su seno.
La clase estalló en grandes carcajadas intensas.
— ¿Pero qué mierda estás contando?— le quitó la hoja Sebastián el alto rompiéndola en dos.
— ¿Yo qué sé qué ha escrito la tonta de Celia?— me echó la culpa Raúl.
— ¡Ya basta!— puso orden Noa.
— ¿Habéis hecho el trabajo?— cambió a un rostro enfadado la pobre mujer.
Levanté enseguida la mano para defenderme.
— Profesora, yo intenté hacer el trabajo pero no copera... — estaba tan nerviosa que no me salían las palabras.
— No es justo que hayas puesto a una alumna estudiosa en un grupo de matones e irresponsables.— salió en mi defensa Laura.
—¿Qué nos acabas de llamar?— se ofendió Noa.
Cogió el borrador de la pizarra y se lo iba a lanzar, pero yo le cogí del brazo y me puse delante suya deteniéndola.
— Celia y Noa.— nos llamó — Por favor, las dos a fuera. No quiero más peleas.
— Pero...— intenté rechistar.
ESTÁS LEYENDO
ÁNGEL DEMONIO
Novela JuvenilÁNGEL Qué bonito es la vida, no hay nada mejor que empezar un nuevo día y conocer al amor de mi vida, o despertar junto a una amiga increíble. Todo es tan alegre y tan bello que parece un sueño. Y esta es mi historia, soy Celia, la persona más aleg...