CAPÍTULO 21 LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO

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Jennifer

Vaaale, lo admito, puede que esa leyenda que contó Aiden no me causara mucha seguridad. ¿Pero sabéis lo que sí me causó? Curiosidad. Y por aquella sonrisa maliciosa que vi en sus cara entendí que a Rhys y a Will también. Que yo no había sido la única rara que había tenido esa sensación . Pero a diferencia de nuestras sonrisas de oreja a oreja, Emma tenía en la cara una mueca de horror.

—¿ Aquí nada más hay desgracias o qué? ¿No podían haber sido como los cuentos que son felices y comen perdices?-—Todos estallamos en una gran carcajada, interrumpiendo el inmenso silencio que había reinado hasta ahora en el ambiente.

—A mí me parece que a ti te gustan más los cuentos en los que no comen perdices, sino que más bien se comen entre ellos— bromeó Will

—Además Emma, eso solo pasa en tus libritos de amor, ahí solo dicen tonterías, lo son completamente — completó Rhys y abrí la boca, indignada.

Y así seguimos un buen rato, Will y Rhys burlándose de Emma, esta exigiendo que yo la defendiese y todos riendo sin parar.

Hasta que cayó la noche. Igual no hicimos lo más sensato al ir a investigar al bosque nosotros solos . Y no precisamente los más responsables, Rhys, Will y yo. Igual deberíamos haberle pedido opinión a Emma, asi quizá, y solo quizá, no hubiese pasado lo que pasó.

He de decir que a ninguno de nosotros le asustaba mucho la leyenda del Vale de Kara, al fin y al cabo era solo eso, una leyenda ¿ no? "son chorradas de niños" decía Rhys cuendo sentía tensión en mí o en Will

Llevábamos ya un rato en el bosque bromeando y riendo, hasta que Will se fue quedando cada vez un poco mas delante , hasta que cuando a Rhys y a mi nos separaban algunos metros de Will, sentí su mano aterrizar en mi cintura, cuando me giré para verlo, pude percibir en sus ojos aquel destello de malicia y deseo que siempre se le mezclaba. Al comprender sus intenciones, me acerqué un poco más a él mientras seguíamos caminando, hasta que en un punto nos quedamos quietos, mirándonos sin decir nada. No recuerdo con exactitud sus palabras, pero sí que recuerdo fundirnos en un beso cálido, alejarnos de la superficie y sumergirnos en nuestro propio mundo. Me acuerdo perfectamente de sentir sus labios contra los mios y pensar que encajaban a la perfección que quería recordar el suave tacto de sus labios toda la vida.

Flashback ***

—¿Como crees que se sentirá enamorarse de la persona correcta?¿tu crees que cuando me bese sentiré un click, como el de los cuentos?— solía preguntar Emma cuando éramos niñas .

Y yo siempre respondía exactamente lo mismo:

Sentirás que lo tienes todo, que todos tus problemas ni siquiera son para tanto, y por supuesto, tu corazón sentirá ese click.

Y Emma siempre quedaba satisfecha, en realidad, ella quedaba satisfecha con cualquier cosa que saliera de mi boca, aunque fuese una tontería, porque me adoraba de la misma manera que yo a ella y cualquier estupidez que la otra dijese valía mas que la palabra de nadie.

***fin del flashback

Espera, lo estaba sintiendo, era una sensación extraña, de repente no me importaba nada, no me importaba que mis compañeros estuviesen muriendo, que no iba a poder ir al viaje a estados unidos del año que viene. todo me daba igual, solo quería disfrutar el momento y deseaba profundamente que los relojes se parasen en ese mismo momento. sentía, efectivamente, que lo tenía todo¿ era Rhys el indicado? tras unos minutos todo cesó(por desgracia), al fin y al cabo estábamos en el bosque con Will.

Espera.

¿Y Will?

No estaba.

El chico que hace unos minutos reía y bromeaba con nosotros probablemente estuviese ya muerto en alguna parte de ese inmenso bosque.

Rhys y yo nos miramos. Pero no era la misma mirada de antes. No era una mirada deseosa. Al contrario, era una mirada de horror. Empezamos a buscar a nuestro amigo por todas partes hasta que optamos por volver a la residencia a pedirle ayuda a Emma , siempre la más sensata, la que nos hubiera convencido de no ir al bosque, la que habría impedido que Will se perdiera.

Donde Vive El Miedo //Carmen Pérez Y Blanca CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora