CAPÍTULO 31. NO AÚN.

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Emma
Todos se levantaron y un murmullo se extendió por toda la cueva.
Pero nadie entró.
—¿Qué pasa? — pregunté con voz monótona.
— Shhh, baja la voz Emma— la profesora Morgan susurró.
Todos estaban callados. Pero no pasó nada. Se volvieron a escuchar los mismos pasos pesados.
                              ***
Estaba tumbada en mi cama. Bejeweled sonaba en mis auriculares. Cerré los ojos. Jen y yo habíamos discutido. No recuerdo por qué, pero si que estaba demasiado enfadada. No tenía ganas de seguir discutiendo y me fui a mi casa. Esa canción la habíamos bailado y cantado en demasiadas ocasiones.
  Observé el corcho y las entradas al concierto. Tenía pensado regalarle una. Pero estábamos enfadadas. La canción se cambió y los primeros acordes de  Dorothea sonaron. Suspiré. Recuerdo como pensé que ya no sería lo mismo. Que no lo pasaría igual sin ella.
«Quizá debiera pedirle perdón». Pero mi orgullo era demasiado. No le pediría perdón. No esta vez.
“And if you're ever tired of being known for who you know
You know, you'll always know me” 
«¿Seguiremos así? Siempre no hemos conocido, no podemos dejar de hablarnos por una tontería como esta»
Jen era mi Dorothea, mi amiga, la que siempre había estado.
Sentí el dolor de la perdida, aunque aún no la había perdido. No aún.
                                ***
Sentí justo eso allí en la cueva. Tenía miedo. Sentí lo que Lauren me dijo que sentiría. Sin saber nada de Sophie. Nada de Jen. Con dudas en incertidumbres. Sacando mis propias conclusiones. Con el miedo aflorandome en el pecho. Tenía que salir de allí. Tenía a que adivinar que estaba sucediendo.

Donde Vive El Miedo //Carmen Pérez Y Blanca CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora