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Mansión Blight

Todos los Blight se encontraban en la mesa, el sonido de los cubiertos chocar contra los platos era lo único que podía oírse en lugar, el ambiente estaba tenso debido a los acontecimientos de la noche anterior donde Odalia le propinó una cachetada a Amity inmediatamente cruzó el umbral de la puert para después arrebatarle las cosas que tenía en la manos, con ellas su celular para inspeccionarlo en busca de alguna pista de dónde estuvo su hija.

-Este sábado será la fiesta de compromiso con la chica Noceda- la mujer mayor rompió el silencio -espero sepan comportarse- la ojiazul miró fijamente a Amelia -Me refiero a ti y a Amity quien al parecer ha olvidado su papel en esta familia- ahora dirigía su mortal mirada a la menor de la familia.

-No te preocupes Madre, los eventos del fin de semana no volverán a pasar, te lo prometo- dice Amity fríamente, quien recordaba que incluso recibió un reproche de su padre por haber desaparecido.

-No estoy tan segura- dijo la mujer con desagrado -pero yo misma me encargaré de que tú y ese tal "Azul" no vuelvan a verse- los ojos de todos en la mesa se abrieron con sorpresa -¿qué? ¿Pensaron que no investigaría dónde estaba mi hija menor?-

-¡¿Cómo te atreves Odalia?!- Amelia empezó a gritar furiosa -Tu hija menor sólo quiso pasar un buen rato sin que le jodieras la vida- su rabia aumentaba al ver a su madre sonreír cínicamente -No puedes intentar controlar cada segundo de su vida-

-Mel... no... por favor- Amity intento apaciguar a su hermana pero sus lágrimas sólo alimentaban la frustración de su hermana mayor -No pelees, cumpliré las órdenes de Madre- su voz era apenas un hilo.

-¡¿Estás loca?!- es ahora Amity la destinataria de los gritos de Amelia -¡No tienes por qué aguantar a esta señora ni cumplir sus absurdas órdenes!- la frustración de la chica era cada vez mayor.

-¡Cállate Amelia!- gritaron los gemelos al unísono levantándose de la mesa.

Emira se dirige a la puerta de la habitación y Edric la sigue pero se detiene en la misma para mirar a su hermana mayor -Sabes bien que lo hace por ti, no finjas que no lo sabes- terminó diciendo para retirarse a su cuarto.

El silencio volvió a inundar la habitación, era cierto, Amity está tomando el lugar que debió ocupar Amelia en un principio, pero su rebeldía la llevó a cometer graves errores que hicieron que perdiera su posición y se volviera prisionera de las amenazas de Odalia.

Sin nada más que decir Amelia salió de la habitación dejando a Amity con sus progenitores; su padre la veía con preocupación mientras que la mirada de su madre era la de una persona molesta -No quiero que se repita lo de este fin de semana, de lo contrario sabes lo que haré con tu amada hermana- la cara de Alador y su hija se pusieron pálidas con la posibilidad de que Odalia la enviara a la cárcel.

-No se preocupe Madre, no volveré a contactarme con Azul y cumpliré con mi deber como una Blight- la sonrisa de satisfacción de Odalia hizo que le recorriera un frío por toda la espalda -ahora si me disculpan debo prepararme para asumir mi nuevo cargo- se levantó de la mesa y se retiró siendo seguida por su padre quien miraba con reproche a su esposa.

Una vez estaban cruzando el umbral de la puerta el pelicastaño toma del brazo a su hija para que se detenga -Lamento todo esto- no podía mirarla a los ojos -prometo que te explicaré todo pronto-

-Papá... yo sólo quiero desaparecer- sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas pero luchó contra ellas -pero no lo haré, no te preocupes- esta vez era ella quien tomaba la mano de su padre -Confío en ti- soltó el agarre y continuó con su camino a la limosina que los llevaría a la oficina.

Mientras nadie veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora