TOMA -6-

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El camino ha sido extrañamente cómodo, como si el silencio entre nosotros y la atmosfera cerrada del automóvil con tenue música clásica fuese lo que necesitáramos dejando de lado esa extraña relación entre nosotros.

– Hoy estás menos a la defensiva. – el auto se aparcó frente a un solitario parque.

– No quiero que pienses que invado tu privacidad, pero si quieres hablarlo, yo puedo escucharte. –

Su empatía me da risa.

– Si tuviese un problema, créeme que tú serías el ultimo al que se lo contaría Jeon. – somos prácticamente unos extraños. Solo accedí a esta tontería para olvidarme un poco de lo que ocurre con mi vida personal.

– Está bien. – y de nuevo mis crudas palabras hacen incomodar a las personas. Lo sé por su rostro brilloso transformarse a uno de descanso.

No quiero ser grosera, pero tener que lidiar con este tipo de escena... no lo necesito.

– No nos conocemos. – intento explicar. – Ni siquiera llegamos a amigos y aun no olvido el hecho de ridiculizarme frente a la audiencia en ese programa gracias a tu amiga Hyuna. – le miré seriamente y la expresión del varonil, su sonrisa ha vuelto.

– Me disculpo por eso, fue poco profesional de mi parte y estuvo mal, sin embargo, no me arrepiento. – el cinturón de seguridad fue desabrochado.

Llegamos a un tranquilo lugar donde las personas no transitaban a esa hora del día y los enormes arboles seguían una ruta especifica de camino donde varias banquillas podían ser utilizadas para descansar.

– Sabes lo que dicen, acciones desesperadas requieren medidas del mismo nivel y bueno. – se encogió de hombros. – Era la única forma de que me notaras. –

¿Notarlo? Su rostro está plasmado en cada maldito espectacular o comercial del país.

– No vivo en una roca y tú tampoco eres alguien que requiera presentación en este país. – solo basta mirarlo para reconocerle

– Puede ser, pero en la última premiación en la que coincidimos me hiciste sentir de esa manera. Es decir, me dije a mi mismo ¿acaso no me ha visto o no sabe quién soy? Parecías ignorarme enormemente. –

– ¿Estuvimos en algún mismo evento? – claro que estoy bromeando, pero el parece no notarlo.

Cada seis meses se reúne a los actores cuyas películas han sobresalido durante el año otorgándonos varios nombramientos por el trabajo. Tanto jurados como mismos fans se encargan de darnos el premio. Y es bien sabido que entre Jeon y yo hay una rivalidad de fanáticos porque solo tenemos competencia directa al opuesto.

El evento es algo así como los globos de oro en la industria americana.

– Lo hicimos, fue el evento donde me llevé la racha de la noche por un premio más a los tuyos. – presumió.

– Y eso te da tanto orgullo, ¿no es así?. – optamos por sentarnos en una baquilla disfrutando de las ráfagas de viento congelarnos las mejillas.

Una sensación liberadora

– Por supuesto, no todos los días puedes presumir que estuviste en el mismo evento que Lalisa Manoban. –

– De igual forma disfrútalo porque el próximo año ese premio será mío. – amenacé mientras ambos reímos por debajo de nuestras mascarillas cubrir parte de nuestros rostros.

– Ir a esa clase de premiación es tan agotador. – entiendo a lo que se refiere.

En un evento donde la prensa siempre está atenta a cada acción, palabra o incluso un simple contacto de ojos que les da mucho que redactar y concluir. En su mayoría son mentiras y se trata de simples noticias amarillistas.

DI MI NOMBRE | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora