TOMA -14-

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Después de esa incomoda conversación ninguno de los dos volvió a cruzar palabra,+ a pesar de la tensión entre ambos es evidente que prefería ahogarme en el silencio que tener que sucumbir ante la situación.

Mi orgullo no me permite ser la que tomé las riendas, nunca tuve que disculparme primero porque mi intensión no fue ofenderlo. Jeon se lo ha tomado muy personal, no debería ser mi problema y mucho menos sentirme agobiada. Al final, él ha prometido comportarse, y espero que cumpla con su palabra.

Es lo único que debe importarme.

Hemos aterrizado mientras ambos bajamos en silencio con las mascarillas sobre nuestro rostro y así evitar ser reconocidos. La intención de tomar un vuelo tan tarde de regreso es para evitar los paparazis o el intenso tránsito de personas que podrían reconocernos. Con Maleta en mano recorremos el pasillo para salir a la sección donde se supone que nuestros managers nos están esperando.

O al menos Rosé me ha enviado un mensaje antes de abordar el avión.

Es así como el sonido de las llantas recorrer el pasillo y abrir las puertas principales del aeropuerto nos deja congelados a ambos por no saber exactamente que esperar.

Una balla ha sido puesta sobre los pasillos mientras nuestros rostros son perturbados por los flashes. Mi cuerpo rápidamente entra en pánico cuando el murmullo de los medios empieza a lanzar preguntas rompiendo con ese silencio que manteníamos. El reflejo de mis ojos rápidamente se conecta con él "¿qué haremos?" es lo único que puedo pensar en esos momentos. Es obvio que saben que somos nosotros y negar nuestra identidad es ridículo porque no sabemos exactamente lo que está pasando.

"¿desde cuando son novios?" "¿es verdad que mantienen un romance secreto?" "¿Jeon fue a conocer a tu familia?" "'¿ la relación es oficial?" la lluvia de preguntas me deja aturdida. Esto es exactamente lo que estaba evitando y ha ocurrido. Pero ¿Cómo?.

– ¡Lalisa!. – volteó a escuchar mi nombre en la multitud y veo a mi manager a lado de un hombre que por Jungkook sé que es su manager.

– ¿Qué hace mi manager con el tuyo? – las interrogantes se ven más grandes, pero no es el momento.

Ambos podemos relajarnos al ver un grupo de guardaespaldas seguir de cerca a Rosé, vienen por nosotros y sacarnos de esa lluvia de preguntas incomodas y que francamente no sé porque han surgido.

– Tenemos que ir con ellos. – lo escucho decir mientras ambos caminamos ignorando nuestro entorno y el intento de medios a seguirnos.

– Quédate cerca. – Jeon se coloca atrás mío creando una especie de barrera que impide a los paparazzi acercarse demasiado e invadir mi espacio.

Nada de esto tenía que ocurrir, se supone que regresaríamos de un viaje tranquilo.

Afortunadamente hemos logrado dejar atrás la aglomeración. La seguridad se está encargando de que no puedan seguirnos.

– Esto es una locura Lisa, ¿acaso no has visto los mensajes que te he dejado en el buzón?. – he tenido mi teléfono fuera de servicio a causa del vuelo.

Cualquier cosa por la cual esté furiosa, la desconozco.

– No he tenido tiempo de revisarlo. – seguimos caminando hasta llegar a la sección del subterráneo.

– Sí, imagino que debiste de estar muy ocupada. – mira a Jeon, sus palabras son sarcásticas y nuevamente no evito preguntarme ¿qué es lo que la tiene tan a la defensiva?

A la lejanía podemos ver dos furgonetas negras esperar en el carril de vía. Después de encontrarnos con nuestros manager ninguno de los dos ha vuelto a hablar y está de más decir que al igual a Rosé el castaño quien camina a lado del rubio se ve molesto.

DI MI NOMBRE | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora