Finalmente la primera llamada para presentarnos en set había dejado una fuerte resistencia en mi comportamiento. Por alguna razón el raciocinio me torturaba y el sentimiento de culpa me arrasaba como fría ráfaga, jamás me había sentido así y tampoco querer disculparme con tanta intensidad. Sé que algunas veces suelo hablar sin pensar y lastimar a las personas, por lo general no me importa, pero esta vez no quiero que termine mal con Jeon. Han sido días increíbles que pasamos junto a mi madre y no quiero olvidar que incluso con esta vida llena de ojos observadores nos volvamos extraños pues la situación ya es bastante incomoda al saber que tenemos que mentir sobre nuestra relación.
Aunque han pasado al menos tres semanas desde la última vez que lo vi estoy decidida a enfrentarlo, sé que no puede huir y tampoco seguir ignorándome como lo ha hecho este último tiempo. Se ha vuelto imposible contactarlo y negarse a mi sinceridad.
Hoy es el día donde Lalisa Manoban, la villana de series coreanas pierde el orgullo por un hombre. De por sí ya es bastante incomodo pensar que realmente le tengo aprecio y estima. Se ha ganado mi respeto y es horrible porque juré que seriamos enemigos eternos.
Las manos me sudan y mi corazón al igual que mis pasos acompañan un movimiento coordinado. Los tacones que visto se pueden escuchar sobre el suelo recién encerado. Paso desapercibido gracias a mis gafas de sol ser tan grandes que ocultan mi rostro y cualquier expresión que me delate.
Cerca al elevador puedo notar como dos personas parecen hablar animadamente, es demasiado temprano para querer socializar así que su ruidosa conversación me hace fruncir el ceño cuando reconozco aquel tono de voz. Parecer ser Jeon, mi cuerpo se mueve por si mismo a tal grado de poder ver perfectamente su ancha espalda y como se agita demasiado divertido para alguien que no tiene la mínima conciencia de rechazar mis llamadas.
Los guantes de piel que visto se escuchan ser apretados con tanta fuerzas por mi ira naciente. Parece que quiere hablar con el resto de personas, pero manda a buzon mis intentos de disculpa.
– No eres demasiado astuto, zorro traicionero. – mis pies caminan en dirección a ambas personas.
Mi mente se programa para actuar, porque tengo que recordar que ante la sociedad Jeon y yo estamos juntos. Seria demasiado extraño si solo decido ignorarles.
– Jungkook. – puedo ver como la espalda de él se tensa y se voltea rápidamente para mirarme.
Puedo disfrutar el sentimiento de tener a mi presa en el momento perfecto.
– Cariño, no pensé que llegarias antes. – los tacones se detienen parándome justamente a lado de él y quedar frente a la mujer con quien parecía conversar.
– Espero no ser inoportuna EunJi. –
La reconozco bien, ya hemos trabajado juntas y como era de esperarse no solemos tener una buena relación fuera del set. Ella es la clase de rostro puro que puede hacer caer a cualquiera, podría jurar que es el crush de medio país. Sin embargo, algo de ella no termina por convencerme.
– Lisa, buenos días. – escucho la voz de Jeon saludarme. Sé que está incomodo.
– ¿Que es esto cariño? ¿Acaso debemos seguir fingiendo un saludo tan formal cuando somos una pareja feliz?. – le miré retadoramente, quizás necesita que se le recuerde su nuevo papel cuando está conmigo.
– Creo que podemos mostrar lo cercano que somos a partir de ahora. Seguramente EunJi vio nuestra entrevista y no queremos que ella piense que actuamos extraño. – la clara indirecta solo podía ser disfrazado con un comentario sutilmente agresivo. Sé que Jungkook lo entendería
Era como recordarle a Jeon que era momento de actuar, de otra forma empezaríamos a soltar sospechas. – Lisa, es bueno verte. Hablaba con Jungkook sobre una propuesta de protagónico. – mencionó la mujer. – Pero me comenta que actualmente está en un proyecto contigo. – se que la sonrisa que muestra esa mujer es extraña. Puedo leer lo disgustada que está.
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DI MI NOMBRE | LIZKOOK
FanfictionUn actor existe para vivir mil vidas, pero ¿qué pasa cuando ya no puede recordar ninguna?