Toma-10-

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Los viajes hacia Daegu suelen ser agotadores, no sé en qué momento después de ingresar a mi habitación me he quedado dormida y por cuanto tiempo he estado en ese estado ya que él cielo parece haber oscurecido revelando la primera noche que he de pasar en este lugar junto a Jungkook y mi madre.

"Yo solo quería un autógrafo" esas palabras siguen provocándome una serie de emociones negativas y un gran trago amargo que no quiero seguir reviviendo. ¿Debería llamar a mi medico? O solo se trata de un simple descuido de mi parte por falta de concentración y tener demasiadas cosas de las cuales preocuparme.

No lo sé, esto le puede pasar a cualquier persona.

El sonido de la puerta me distrae por unos momentos antes de pronunciar un "adelante" veo la cabellera rubia traspasar el marco de la puerta.

– Es bueno ver que has despertado. Tu madre y yo hemos preparado la cena así que puedes bajar. – mi labio inferior duele al ser presionado contra mis dientes.

– Te esperamos abajo. – me sonríe, pero antes de que cierre la puerta le detengo.

– Jungkook. – llamó casi en un grito lo cual lo hace retroceder y volver a entrar.

– ¿Sucede algo Lisa?. – no quiero que piense negativamente así que le sonrió para aligerar el ambiente.

– No, solo quisiera preguntarte algo. –

– ¿Es normal olvidar cosas?. – su rostro se endurece de repente.

– ¿Qué clase de cosas?. –

Puedo notar cierto arrebato o quizás incertidumbre a mi pregunta. No lo culpo, no he dado el contexto completamente.

– Ya sabes, olvidar cosas básicas como encargos o fechas de cumpleaños. – trato de que entienda mi punto.

Lo veo pensar su respuesta.

– Suelo olvidar mis citas programadas para alguna sesión o entrevista. – esas palabras me regresan un poco de tranquilidad, me levantó del pequeño sillón en el pie de cama para abrazarle.

– Gracias Jungkook, por responder a mi pregunta. – quizás haya exagerado, pero es como respirar nuevamente.

– Bueno, pregúntame más cosas si me agradeces así. Estoy listo – río ligeramente al saber el porqué de su comentario.

– Olvídalo. –

La cena a transcurrido normal, mientras me extraña ver esa familiaridad que mi madre ha tenido con Jungkook quien es claro sigue siendo un desconocido. Solo me abstengo a comer lo que han preparado y asentir algunas cuantas veces cuando me involucran.

– Bien, si no son novios y no están en plan de conquista ¿por qué has traído a Jungkook a casa Lisa?. – el jugo de uva que estoy degustando placenteramente fue rápidamente interrumpido y casi escupido de la boca.

– ¡Mamá!. – toso tratando de recuperar la compostura. – Pensé que había quedado claro que nos molesta esa clase de comentarios. – le reñí.

– A mí no me molesta señora Manoban. – de nuevo Jeon dando ánimos a mi madre para que se comporte de esa manera tan libre y desvergonzada.

– Pero a mí sí, y Jeon solo está aquí porque él me enseñará algunas cosas sobre el personaje del rodaje que nos involucra. –

La visión de mi madre rápidamente nos recorrió a ambos como si mis palabras fuesen alguna clase de premurió.

– ¿Eso quiere decir que trabajarán juntos? – Jeon asintió.

– En una película. – completó y de nuevo fue positiva la respuesta.

En teoría es un secreto, pero no encuentro problema alguno que mi progenitora se entere. De cualquier forma, esta situación explica la razón del porque Jeon está conmigo.

– Aun no se da el anuncio, pero estoy segura que dentro de unas semanas se hará oficial. – concluyo.

– No puedo creer que los veré juntos, ¿serás la villana Lisa? ¿De que trata? Quiero saber todo. – era como escuchar a una pequeña niña fascinada de un tema que le encanta y la emoción que involucra a su galán de series favoritos es notoria.

– De hecho, señora Manoban, Lisa será la protagonista. – el grito de mi madre nos hizo reír a la par mientras su cuerpo se levantó de la silla donde da saltos mostrando su entusiasmo.

– Solo era tiempo para que notasen tu talento bebé. –

Claramente es una nueva etapa en mi carrera, me adentraría al mundo donde las personas prefieren estar del lado moral, justiciero y sentimental probándome a mi misma que puedo ser igual de funcional y productiva en este lado más "amable".

– Entonces eso quiere decir que tú y Jungkook serán la pareja principal, ¿ no es así?. – su extraña manera de familiaridad es lo que me sorprende.

Parece que su confianza se ha reforzado en el trato directo con el rubio.

– Así es señora Manoban, Lisa y yo seremos pareja, estoy aquí para habituarnos con el otro y romper tensiones. – asintió entendiendo el punto.

– En ese caso, puedes decirme Olivia, o suegra. –

– ¡¿Que?! – fui la primera en oponerme, pero este juego no se trata de mí, claramente me confirma que comparten una mente igual de perversa para molestarme.

– Eso me gustaría mucho, suegra. – recalca la última palabra mientras siento su mirada como si esperase a que reaccionara.

– Madre no entiendo él afán al relacionarme con Jeon, somos colegas,no te parece demasiado que lo obligues a llamarte así... - la ví negar mientras nos mira a ambos.

– A mi no me molesta. – interrumpe

– Si van a trabajar junto y aprenderán del contrario yo sé cómo terminará esto y francamente no quiero seguir perdiendo tiempo en conocer a mi yerno. – me mira. – Vamos Lisa, es el primer chico que traes a casa, déjame disfrutar este momento. – mis mejillas se colorearon.

– ¡Madre!. – chille avergonzada. – No tienes que revelar esa clase de información. – evité rodar los ojos.

– Como sea, al menos puedo decir que él gran Jeon Jungkook me ha llamado "suegra".

– Me cae muy bien señora Olivia. –

La boca suelta Jeon tiene la facilidad para hacerse notar, y me sorprende un poco la actitud de mi madre con él porque ella no suele ser el tipo de mujer que confía fácilmente en las personas ajenas. Quizás ese sea parte del encanto suelen mencionar al conocer a Jungkook

– Por el momento, Lisa y yo solo estamos practicando cuando llegue el momento y seamos novios. –

Es increíble que ambos sigan con esas clases de comentarios en juego.

– Mas te vale callarte Jeon. – le apunté con el tenedor.

– Sino quieres que te saque a patadas a dormir con los perros. – su sonrisa se mantenía.

– No he visto que tengas mascotas. – ese es el punto. Dormirá afuera.

– Eres muy bonita cuando te sonrojas, ¿te lo han dicho? – y de nuevo el calor inexplicable subir por mi cuerpo.

No puedo entender como mi cuerpo parece traicionarme

– Me largo. – 

DI MI NOMBRE | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora