TOMA -8-

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Estoy en la oficina mirando hacia el techo, esperando de alguna forma asimilar el haber dicho "si" al gran Choe Jeong, quizás esta película no solo sea una revelación para la industria. Sino para mí misma como actriz, soy consciente que durante mucho tiempo siempre estuvo interpretando la misma clase de personajes. Necesito esa multifase donde me pruebe que puedo hacer toda clase de personajes.

El problema es que necesitaré ayuda para eso.

Quizás asista a algún taller para ablandar mi carácter y modular mis expresiones faciales como el tono de voz que usualmente suelo emplear en mis villanas.

– Si sonríes un poco pensaré que estás muy feliz al tener tu primer trabajo con el guionista de tus sueños. Pero no lo haces– Rosé habla mientras se adentra a nuestra pequeña oficina.

– Estoy muy feliz. – le hago saber a pesar de mi expresión

–No quiero decírtelo amiga, pero no lo parece, tu rostro no lo plasma. –

Ese es mi problema principal y quizás la preocupación que más me acongoja. Mi rostro no suele ser tan expresivo y para esta clase de personajes incluso arrugar la nariz es esencial.

– Me preocupa un poco el confundir mi personaje. – confieso. – Tengo miedo de arruinarlo.

– Es normal sentir miedo. – se acerca a mi. – Pero aun tienes tiempo de aprender lo esencial, si quieres puedo buscar a profesionales para que te orienten en esta nueva fase tuya. No te agobies demasiado. – su mano descansa sobre mi hombro.

Se que quiere darme confianza, pero por ahora lo único que nubla mis alegrías es ese miedo al fracaso porque en realidad quiero esforzarme al máximo.

– Gracias. – dije sinceramente.

– No hay nada que agradecer, para eso soy tu manager y mejor amiga. – aclara.

Después del rápido encuentro con el guionista, Rosé me lleva de nuevo a mi apartamento para poder descansar un poco. Aun tengo cierta pesadez mental de este día pero no quiero que note mi preocupación así que lo mejor será refugiarme en mi apartamento.

– ¿Segura que no quieres pasar a un restaurante primero? . – negué.

– Quiero dormir un poco, pediré a domicilio después. – Rosé asiente.

– Está bien, tu vuelo sale en dos días a Daegu, ya está reservado. – agradezco, el cumpleaños de mi madre suelen ser las únicas vacaciones que me tomo.

– Puedes quedarte más tiempo si lo deseas, las actividades oficiales de la producción comenzaran hasta el próximo mes. – se que trata que me tome este proyecto tranquilamente pero solo pasaré las semanas que acostumbro.

– Rosé, ni lo intentes. No funcionará que trates de darme más descanso – advertí.

– Has hablado de un tutor a quien planeo visitar antes de las grabaciones. Quiero hacerlo después de ir con mi madre

– Está bien, te facilitaré las cosas. Déjamelo a mí. – su confianza no siempre me agrada.

Por su mirada puedo intuir que ya ha planeado algo y que en cualquier momento me sorprenderá.

– Prepararé mi equipaje en estos días. –

Salí del auto mientras me adentro al edificio que conozco perfectamente, mis pasos se centran en enfocar las escaleras y subir lentamente aún bajo la luz de día. El silencio es relajante mientras veo el auto perderse en el transcurso del camino.

Los planes de esta noche solo se tratan de mi y un gran libro de romance como preparación a esta nueva fase mía; "A virginia le gustaba vita", un clásico según referencias de internet pues se centra en dos personas quienes se deseaban, pero, sobre todo, que se admiraron, respetaron y quisieron hasta la muerte de Virginia.

Quizás no sea el mejor para escarbar en el mundo del romance, pero por un pequeño inicio se empieza. Así que me dispuse a colocar mis prendas más cómodas para una sesión entera del día en la trama, o lo fue antes de que tuviera que interrumpir la lectura porque mi estomago exige un poco de atención.

Mi objetivo era desconectarme de mis propios pensamientos y al parecer lo he logrado. Retiro la vista del reloj de mi buró dándome cuenta que pasan las siete de la noche para enfocar nuevamente la vista.

– Quizás sea suficiente por hoy. – no he podido orientar las pequeñas letras, he de suponer que mi vista está cansada, debo detenerme por ese día. Incluso si miro mis manos no logro centrarme perfectamente en sus detalles. Mi vista está nublada

– Bien, es tiempo de preparar algo para la cena. – cierro los ojos y los froto despacio para quitar esa sensación de vista borrosa y enfocarme en lo que importa y es mi estómago. Es tarde para pedir a domicilio así que trato de buscar algunos bocadillos ligeros y volver a la cama para dormir. Los siguientes días serán agitados por el cumpleaños de mi madre.

DI MI NOMBRE | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora