– Deberías tranquilizarte. – dijo Rosé
Por más que intente retener el impulso al salir corriendo del set no puedo. Después de aquella reunión donde Jeon dio su respuesta ante la más sensata propuesta yo me quedé y la acepté. Al fin de cuentas es mi error, la única que debía cargar con ello soy yo. No esperaba que los demás lo entendieran, pero si es la única forma en la cual protegería él trabajo de Jungkook y él mío, daría la cara ante esta mentira.
Kuan aseguró que hablaría con Jungkook y lo convencería tras confirmar los rumores. No era algo tan complicado porque los CEO tenían cierta autoridad con el manejo de sus artistas así que, lo quiera o no él rubio, su empresa también aceptaría el comunicado que estaría dando en televisión abierta.
Una de las tantas cortinas turbias del medio artístico, nuestra identidad no es tan autonoma como se cree porque las empresas tenían cierto control de nuestra imagen y al final se actuaría para su propio beneficio.
– Esto es una porquería. – me dejé caer sobre el respaldo del asiento mientras la maquilladora termina de guardar sus instrumentos.
Me disculparía con sinceridad ante los inconvenientes y diría que estoy saliendo con el <<caballero>> del país. A estas alturas ya podía anticipar toda la horda de personas y sus comentarios maliciosos. Pero prefería eso a perder lo que por mucho tiempo me costó levantar. Quizás fuese un acto egoísta, pero sé que ninguno de los dos quiere perder.
El odio solo duraría días, no más de eso así que necesitaba de una buena dosis de valor para tragarme el orgullo y actuar como una mujer enamorada.
Días antes los CEO de S.A y H.H nos hemos puesto de acuerdo para planificar lo que sería "La historia de amor" del año, esas palabras que han quedado plasmadas en un papel y que se le haría llegar a Jungkook. Toda debía concordar y sí alguien preguntaba tanto Jeon como yo dar información que tuviese lógica.
Solo se requería este día en el set a uno de los involucrados y esa soy yo.
– Aun no puedo comprender como es que Jeon ni siquiera se ha dignado a venir. – Rosé luce realmente enfadada. La maquillista ya ha salido del camerino permitiendo de ese modo hablar con sinceridad.
– No tiene por qué. – miró mi rostro sobre el reflejo del espejo. – El no ha sido el culpable. –
– Ni siquiera se ha pronunciado desde ese día, parece que realmente no le importa lo mal que puedas pasarla allí sola frente a cámaras. –
Es agobiante, pero sé que Jungkook no es esa clase de persona que está señalando Rosé. Puedo entender porque no quiere mentir de esa manera y ser cómplice de esta absurda situación.
– Yo puedo hacerlo, siempre me he defendido sola y esta vez no será la excepción. – mi peli-salmon amiga detiene su caminata nerviosa del camerino para mirarme crédula.
– Eso lo sé, pero nunca has enfrentado esta clase de entrevista. – los romances y melancolías eran muy diferentes a lo que acostumbraba, pero me mantendría positiva.
– Además, no puedo creer que lo estes defendiéndolo cuando anteriormente solo bastaba nombrarlo para aberrarlo. – se lo que insinúa. – Lisa, ¿qué es lo que pasó realmente en casa de tu madre con Jeon? – tiene derecho a dudar.
Al fin de cuenta yo no soy esa clase de persona que intente ser "comprensiva" con terceros. No cuando de alguna forma ambos hemos sido puestos en jaque.
– Nada, solo me di cuenta de Jeon no ser tan malo como pensé. – me levanto de la silla para sujetarla de hombros. – Todo saldrá bien. – le sonrió para tranquilizarla. – Tú confía en mí. –
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DI MI NOMBRE | LIZKOOK
FanfictionUn actor existe para vivir mil vidas, pero ¿qué pasa cuando ya no puede recordar ninguna?