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Wei Ying entro a la casa con cautela, el auto de la señora Yu estaba estacionado afuera, que llegará temprano a casa solo significaba una cosa, tuvo un mal día en el trabajo.

Le alivió no haber ido a casa de Lan Zhan, se hubieran puesto muy feas las cosas si esa mujer se daba cuenta que pasaba tiempo afuera.

Cerró la puerta detrás de él tratando de no llamar la atención, pero de nada le serviría, la señora Yu estaba de pie junto a las escaleras mirando con molestia la puerta.

Lo estaba esperando.

Debía escapar.

—Wei Wuxian, necesito hablar contigo seriamente.

La pasividad en la voz de la mujer lo asustó más que los comunes gritos, podía sentir como esa mirada lo estudiaba buscando algo. Tal vez alguna excusa para atacar.

Wei Ying bajo la mochila y la bolsa de tela en caso de necesitar huir, pero mantuvo la mano con su celular bien cerrada.

—¿Si, señora?

— Feng Mian dijo que has estado enfermo y me di cuenta de que si, te la pasas con la cara metida en el inodoro, pero no creo esas tonterías de que estés enfermo.

Wei Ying sintió el ardor de la bilis quemar detrás de su garganta, la mujer lo miraba con superioridad, con conocimiento.

"No, no sabe, no puede saberlo, no hay manera"

Pensó tratando de calmarse, pero los nervios empezaban a atacar su sensible estómago, iba a vomitar.

"Ahora no, no frente a ella, no me hagas esto bebé, por favor"

—Has estado consumiendo porquerías ¿cierto?

—No, señora, es solo estrés, es temporada de exámenes, los parciales siempre me ponen así, perdone por molestarla.

—Mentiroso

Acuso dando un paso al frente, Wei Ying respiró profundo, no iba a resistir mucho más.

—¡Qué tus padres fueran unos miserables drogadictos no significa que tú también lo seas, no en mi casa!

—No lo hago

Gruñó y las náuseas lo vencieron, corrió al baño prefiriendo eso a vomitar en los zapatos de la mujer.

—¡Maldito mocoso, estoy hablando contigo!

No tenía nada en el estómago y aun así las arcadas y la fuerza para expulsar la bilis de su estómago dolieron.

Ni siquiera escuchó a la mujer entrar al baño detrás de él o escuchó su teléfono sonar en el piso junto a él.

Tampoco notó que la mujer lo levanto.

Era un mensaje de Lan Zhan.

"Por favor descansa, mañana te llevaré vitaminas"

—¿Qué significa esto? ¿En qué mierda estas metido?

Wei Ying se dio cuenta de la situación y débilmente trato de ponerse de pie para quitarle el teléfono, sin esfuerzo la mujer lo empujó de regreso al piso.

—¡Es mío!

Reclamo apoyándose en la pared para levantarse, la mujer lo ignoró y salió del baño, siguió leyendo los mensajes anteriores, su rostro deformándose por la ira.

"Tal vez es algo pronto, pero encontré programas prenatales gratuitos, te los envió, revísalos y si te gusta alguno podemos inscribirnos"

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Entre susurros y PañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora