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Wei Ying se despertó cuando sintió demasiado frío en la espalda, abrió los ojos para darse cuenta de que estaba en una cama con nada más que una sábana cubriendo la mitad de su cuerpo.
Se sintió adolorido y agotado.
Miró al otro lado de la cama encontrando a Lan Zhan igualmente desnudo acurrucado con el resto de la sábana.

"No puede ser"

Se sentó en la cama entrando en pánico cuando con el movimiento sintió algo escurrir por sus muslos.

El dolor de cabeza se intensificó mientras trataba de recordar lo que había ocurrido, cuando no lo logró se dejó caer nuevamente en el colchón sintiendo una punzada en la cadera.

Volvió a sentarse de golpe cuando se percató qué no estaba en casa de Lan Zhan ni en la suya.

—Mierda

A pesar de sentir las piernas débiles se levantó de la cama e ignorando la pequeña marca de sangre en la sábana se apuró a reunir su ropa y la de Lan Zhan, lo dejó todo en un montón al pie de la cama y la rodeo hasta el lado de Wangji.

—Lan Zhan, Lan Zhan, despierta, rápido tenemos que irnos.

—Mm

Lan Zhan abrió los ojos con pereza luchando con su propia resaca.

—Lo se cariño, perdón, pero tenemos que irnos, ven vístete.

Ayudó a un adormilado Lan Zhan a sentarse y le dejo su ropa cerca mientras él mismo se vestía.

Lan Zhan obedeció poniéndose su ropa mientras miraba alrededor tratando de despertar por completo, aunque la jaqueca y las náuseas se lo hacían difícil.

Ya que Wangji se estaba tardando en la tarea de ponerse su traje de nuevo, Wei Ying tuvo tiempo de llamar a un uber, sin importarle el alto precio, necesitaban salir de esa casa antes de que alguien más se despertará.

—¿Qué hora es?

Logró preguntar con la garganta seca, Wei Ying le peino el cabello con los dedos y le dio un beso en la frente.

—Pasan de las tres, no te preocupes cielo, te llevaré a casa.

Wangji se sentía enfermo, mientras Wei Ying le acariciaba la cabeza, Lan Zhan trataba de darle sentido a que las personas disfrutarán de emborracharse solo para sentirse así de mal al día siguiente.

—Ya es hora, ven

Susurro Wei Ying sujetando sus manos, cuando se puso de pie algo crujió bajo su zapato.

Tanto él como Wei Ying bajaron la mirada tuvieron diferentes niveles de horror al ver un condón nuevo y sin abrir.

—Tenía que ser

Murmuró entre dientes Wei Ying pateando el objeto bajo la cama y tomados de la mano salieron de la habitación.

La fiesta había terminado hace tiempo así que tan solo tuvieron que esquivar a unos cuantos ebrios y dormidos hasta salir de la casa al frescor frío de la madrugada.

Una vez en el auto, Wei Ying volvió a sentir una fuerte punzada en la cabeza junto al peso de la culpa.

Idiota! Lan Zhan estaba borracho, te aprovechaste de un indefenso chico borracho cuando se supone que lo ibas a cuidar"

—Wei Ying

—Lo siento mucho... No sé qué me pasó

Se apuro a decir sobándose las sienes, Lan Zhan frunció la cejas y lo miró con pesar.

—Fue... ¿Fue tan malo?

—¡No!, no se... Ese es el punto, no fue correcto, no en ese estado al menos... Solo me hubiera gustado que fuera de otra manera, al menos recordarlo sería lindo.

Entre susurros y PañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora