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Wei Ying creía que entrar a hurtadillas a la casa de Lan Zhan era un millón de veces más fácil que entrar a la suya, empezando por el hecho de que entraron por la puerta principal sin tener que hacer acrobacias por las ventanas.

Lan Zhan sabia que la única razón por la que la alarma no había sonado en cuanto abrió la puerta y había una lampará de luz tenue que antes no había visto alumbrando una generosa porción de la sala era por que Xichen había montado todo para evitar que su Tío se enterará de su hora de llegada o si llevaba compañía con él de nuevo.

A veces odiaba lo bien que su hermano lo conocía.

De todas maneras, después de poner la alarma y apagar la lampara cuidaron sus pasos hasta el piso de arriba, aunque no había nada en su camino con lo que pudieran tropezar.

Al Llegar a la habitación la mirada de Wei Ying se poso directamente en el sofá, se sentó en el a esperar que Lan Zhan sacara del armario las cobijas de la noche anterior, Lan Zhan no saco cobijas, pero si un par de pijamas le entrego una a él.

—Para qué estes cómodo

Se explico de inmediato ante el poco común silencio de Wei Ying.

—Iré a lavarme la cara, puedes cambiarte mientras.

Wei Ying hizo una mueca y sin decir nada acepto las prendas, había estado tomando valor para decir algo, pero se le olvido ante la decepción de que Lan Zhan saliera de la habitación, una parte dentro de él reclamaba, quería que Lan Zhan lo viera.

Esta vez trato de dejar su ropa un poco doblada ya que no tendría excusas para robar otro conjunto de Lan Zhan y tendría que ponérsela de nuevo, ya que dormiría en el sofá busco alguna otra superficie para dejar su montón de ropa, la silla del escritorio de Lan Zhan parecía buena opción no creía que le molestara.

Al acercarse vio una bandeja cubierta por un mantel blanco con una nota encima, con curiosidad leyó el pedazo de papel.

"No duerman con el estómago vacío"

¿A eso se refreía Lan Zhan cuando dijo que su hermano se hacía ideas extrañas?

Levanto el mantel encontrándose con dos platos envueltos en plástico, dos tenedores y dos botellas pequeñas de agua, en una de las esquinas de la bandeja dos aspirinas.

—¿Wei Ying?

Hablo Lan Zhan regresando, Wei Ying estaba temblando con la cabeza inclinada sentado al borde de la silla frente a su escritorio.

Cruzo la habitación con rapidez con miedo.

—La...Lan Zhan...mira

Pudo decir cuando lo tuvo a su lado, le entrego la nota y volvió a cubrirse la boca mientras hacia su mejor esfuerzo para menguar su risa, fue peor cuando Wangji leyó la nota y con indignación y orejas rojas la arrugo en su mano.

—¿Le dijiste que vendría?

Wangji negó con la cabeza arrojado la nota a la papelera junto al escritorio.

—Mi hermano es raro

—Pero muy considerado, hasta dejo medicina por si llegábamos borrachos.

—¿Tienes hambre?

Prefirió preguntar para no tener que seguir hablando de lo entrometido que podía ser su hermano.

Wei Ying asintió con la cabeza desenvolviendo con curiosidad el plástico húmedo por el vapor de la comida

—Macarrones con queso, ¡me encantan!, tienes un hermano muy previsor Lan zhan, felicidades.

Wangji desenvolvió su propio plato y tomando cada uno un cubierto y una botella de agua fueron al sofá.

Entre susurros y PañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora