Entre susurros y Pañales

Fin

Después de meses de preparación y esfuerzo, finalmente llegó el día de la ceremonia de graduación.

Con el corazón lleno de emoción, Wei Ying caminó por el escenario para recibir su diploma junto con sus compañeros de clase.

Sonrió con lágrimas en los ojos al ver a los Lan entre el público, aplaudiendo con miradas llenas de orgullo.

Después de la ceremonia, Wei Ying decidió tomar un momento de reflexión en su lugar favorito del parque, cerca del lago de los patos.

Mientras se sentaba en su banca habitual, observando el atardecer dorado y escuchando el suave murmullo de la naturaleza a su alrededor, recordó los desafíos superados y las alegrías compartidas a lo largo de su viaje.

Entre los recuerdos, surgió una sensación de paz y esperanza en su corazón.

Con el amor y el apoyo de su familia y seres queridos, Wei Ying se sentía preparado para enfrentar cualquier desafío que el futuro le deparara.

De repente, un estruendoso gritó rompió el tranquilo ambiente.

El corazón de Wei Ying dio un vuelco al reconocer la voz de la señora Yu.
Se giró hacia el sonido y vio a la mujer acercándose rápidamente hacia él, con una expresión llena de odio en su rostro.

-¡Wei Wuxian! ¡Tú, ¡eres una vergüenza para nuestra familia!

Gritó su tía, señalando con desdén su vientre abultado.

-¿Cómo te atreves a pasearte así por aquí? ¡Nadie quiere ver eso!

Wei Wuxian se levantó tan rápido como su condición lo permitía, dio un paso atrás, su cuerpo temblando de miedo y enojo. Instintivamente, cruzó sus brazos sobre su vientre, protegiendo a su bebé.

-¡Déjame en paz!

Gritó con toda la valentía que pudo reunir tratando de encontrar una ruta de escape, aunque sabía que en su estado no podría llegar muy lejos.

Antes de que Wei Wuxian pudiera reaccionar, la señora Yu se abalanzó hacia él, agarrándolo del brazo con fuerza.

Un golpe estalló en su rostro, lanzándolo al suelo con un gemido ahogado.
El impacto lo dejó aturdido, con la vista nublada y el sabor metálico de la sangre en la boca.

A pesar de eso, Wei Wuxian reunió todas sus fuerzas y logró apartarse de su tía. Sin embargo, antes de que pudiera alejarse por completo, la mujer le lanzó una patada en el costado, causándole un agudo dolor y haciéndolo caer de nuevo al suelo.

Wei Wuxian sintió el dolor punzante mientras su cuerpo se retorcía en el suelo.

En medio del caos, alguien llamó a la policía mientras varios espectadores corrieron a separar a la mujer del joven

Una patrulla llegó y al ver la escena se apresuraron a detener a la mujer.

Mientras la llevaban esposada, sus ojos llenos de rabia se encontraron con los de Wei Wuxian, y soltó un grito lleno de veneno.

-¡Eres una vergüenza para esta familia! ¡Nunca serás capaz de criar a ese niño correctamente! ¡Eres un fracaso total!

Las palabras golpearon al protagonista como un puñetazo en el estómago, pero no tuvo tiempo para procesarlas completamente.

Un policía se acercó rápidamente y notó el estado del protagonista. Con un gesto de preocupación, se dio cuenta de que estaba en trabajo de parto, su fuente se había rotó.

Mientras Wei Wuxian era llevado al hospital en una ambulancia, uno de los paramedicos logró contactarse con Lan Wangji, al escuchar lo ocurrido la familia Lan se apuro al hospital, no había tiempo para preguntas o molestia, solo el miedo y preocupación invadió sus corazones y mentes.