Mujer problemática [Shikadai Nara]

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Miraba atentamente como se asaba el trozo de carne en la parrilla. Su boca se hacía agua con sólo pensar el delicioso sabor que tendría.

—Si no lo comes tu lo haré yo, Hinako.

—¡Chouchou! Solo espero el momento correcto para sacarlo, tiene que estar crujiente, pero no quemado. Cuento los segundos.

—¡Tiempo!

La Akimichi quito la carne que pertenecía a la Uzumaki, ella intento quitárselo pero la morena ya lo había tragado.
Hinako quedo con la boca abierta, sus ojos se cristalizaron con lagrimas por perder su comida.

—Deja de llorar. Aquí tienes.

En su plato cayó un pedazo de carne asada, ella giro viendo a Shikadai preparando más carne. Hinako sonrío agradecida.
Sujeto sus palillos dispuesta a comer su festín de carne. Abrió su boca ya saboreando su sabor, pero alguien se lo quito de las manos.

—¡Oye!

—¿Esto comen los desechos..?

Su cuerpo se paralizó de pronto. Giro lentamente su cabeza, el sudor empezó a cubrir su cuerpo.
Al momento de enfocar sus ojos en la persona, supo que lo que vivía era falso. Él no podía estar allí parado porque estaba muerto, no era real.

—¿Acaso te comió la lengua el gato, pequeño zorro? O, debería decir, receptáculo mío.

—¡No soy tu receptáculo! Y jamás lo seré. —grito la rubia. Repentinamente todo desapareció dejándolos solo a ellos.

Ella miró su alrededor, ya no había nada alrededor, todo estaba negro. Regreso su mirada a Ekko, pero para su sorpresa, él ya no estaba.

S

olo giro dos segundos para estar al tanto si aún los seguían, y tenía razón. Ambos eran perseguido por los tres sujetos. Apretó el agarre en la Uzumaki en su espalda evitando que cayera.

—Resiste, Hinako. —murmuró el Nara.

Podía sentirlo pisandole los pasos. Estaban a mitad de camino, por lo que no podría volver a la Aldea y tampoco llegaría a la Roca con ellos detrás.

Observo por el rabillo de su ojo la sangre de la rubia bajar desde su cabeza hasta perderse en su ropa. Ahora mismo odiaba no saber al menos lo básico de Ninjutsu Medico, deseaba que Inojin hubiera ido con ellos.

—¡Te atrape!

Repentinamente sintió como golpeaban su cuerpo. Shikadai perdió el agarre en Hinako y ella empezó a caer de lo alto de los árboles. Intento atraparla, pero uno de ellos se lanzó sobre su cuerpo evitandolo.

—¡Hinako!

La Uzumaki se perdió entre las hojas y logró observar como caía sobre una rama dañando más su cuerpo.
Él empezó a batallar con el culpable de perder a la rubia, se alejo con saltos e intento usar su posesión de sombras, pero lo detectaron a tiempo y salto a otro árbol.