De saber que su corazón tomaría decisiones difíciles en su camino ninja, hubiera preferido no enamorarse.
Nadie puede manejar su corazón.
Pero tampoco nadie puede repararlo.
¿Cierto?
Contiene escenas del Anime y Manga.
⚠️Contendra Spoiler⚠️
Esperando que dijera algo, que hiciera algún movimiento. Pero solo estaba allí sentado observando una pared. Había despertado hace poco y al salir lo encontró solo allí, recordaba lo que había pasado y no sabía que hacer.
—Di algo por favor —sin respuesta—. Takeshi...
El castaño no le respondió. Estaba perdido en sus pensamientos, Hinako se acercó para intentar llamar su atención. Quiso tomar su mano, pero se alejo de ella. Sus ojos se encontraban sin brillo alguno.
—Lo lamento, lo lamento, lo lamento. Yo...
—¿Quien eres?
Levanto la mirada a sus ojos, las lágrimas se detuvieron un momento. Su mirada vacía estaba puesta en ella, haciéndola creer que tenía un profundo resentimiento hacia ella.
—Yo... Mi nombre es Hinako Uzumaki, vengo de la Aldea de Konoha y yo... —se quedó sin habla. No sabia por cual problema empezar, no había un comienzo que luego explique por que paso tal cosa.
—Sigue hablando, Hinako Uzumaki.
—No se como... —negó. Las palabras no salían de su boca, no podía formar una oración—. Es que yo... ¡Solo pregunta lo que quieras! Prometo responder con sinceridad.
—¿Quien era ese hombre?
—Su nombre es Code, viene de una organización llamada Kara.
—¿Y por que vino por ti?
—Soy... —medito un momento. Tampoco podía explicar con exactitud por qué iba por ella, temía que se confundiera.
—Quiere tu cuerpo para alimentar al diez colas, pequeño zorro.
Escucho su voz de nuevo. Vio a su derecha al Otsutsuki de pie, tenía una sonrisa arrogante plasmada en su rostro.
—Eres material perfecto igual que tu hermano y Kawaki, niña. ¿Lo olvidaste? Parece que tu nueva familia te hace olvidar cosas. Bueno, ahora solo son dos.
—HINAKO.
La nombrada regreso en sí, volvió su atención al de tez morena sentado a su lado. Tenia el ceño levemente fruncido.
—Odiame.
—¿Que?
—No puedo explicar todo ahora porque no quiero que estés metido en todo este problema. Lo resolvere, eso lo prometo.
—No te odio, Hinako.
Sus manos temblaron.
—¡¿Por qué no?! ¡Te mentí todo este tiempo! ¡No te dije la verdad de quien soy! Quizá si te decía todo desde el principio pudimos evitar todo esto, pero ahora... Kenji —pasó las manos por su rostro y limpiar sus lágrimas—. Lo lamento, perdóname, Takeshi... Solo quería sentirme normal...
Él se quedó mudo, viendo como la chica que tenía en frente se desplomaba como una torre, escuchando sus llantos y disculpas.
—Hinako. Oye, Hinako...
—¡SOLO ODIAME!
Cuando conecto miradas con ella sintió una rara sensación, no quería hacerlo. Pero tomó su palabra. Su mente se nubló y no pensó lo que decía.
—Quiero que te largues de aquí.
—¿Eh?
—Dije que te vayas. Todo estaba bien hasta que apareciste en mi vida, ahora por tu culpa Kenji desapareció. ¡Así que lárgate de mi vida!
Comenzó a retroceder al verlo ir hacia ella.
—Espera, yo...
—Quiero que desaparezcas de mi vida para siempre. No me interesa quien seas o que problemas tengas, te iras ahora y jamas volverás.
Cuando menos se dio cuenta ya estaba fuera de la casa, vio detrás suya y volvió su atención al chico, pero le había cerrado la puerta en su cara.
—¡Takeshi!
—¡Dije que yo largues ahora!
No le gustaba esa sensación.
—¡Prometo traer a Kenji de nuevo!
—¡Traelo y luego desaparece de nuestras vidas! —él terminó de decir.
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La brisa dio contra su rostro haciendo que volviera al presente. Sacudió su cabello tratando que estuviera en orden, pero no tenía forma. Solo tenía mechas disparejas al cortarlo para más comodidad.
—Que lindo encuentro de hermanos.
—¿Ahora que sucede?
—Saber por qué no fuiste con él a la Aldea y ver a tus tontos amigos. Un feliz y gran encuentro. ¿No? —Ekko sonrío en burla.
—Tengo otros asuntos y lo sabes. Debo encontrar a Kenji. —le dio la espalda a la Aldea, se encontraba a kilómetros de allí. Estaba en el mismo lugar que siempre, donde antes Boruto estaba y le contará su historia.
—No entiendo tu razón de hacerlo. Ese chico ya no te quiere y cuando encuentres al pequeño desecho solo te apartara como antes. —Ekko sobrevolo por su alrededor. Hinako puso los ojos en blanco.
—Se lo prometí. No importa si luego no quiere verme, buscaré a mi hijo, me disculpare de nuevo con Takeshi y respetaré que ya no quiera verme a la cara.
El Otsutsuki resoplo, se puso a su lado y vio lo mismo que ella. Miraba la oscuridad entre los árboles del bosque.
—¿Que sucede, pequeño zorro?
No recibió respuesta alguna de la rubia. Suspiro con fuerza y vio en su misma dirección. Abrió levemente su boca de la sorpresa y sonrío de lado.
—Allí esta. La suerte está de tu lado, pequeño zorro...
Paso de su lado y comenzó a correr en una dirección. Ekko sonrío con sorna. El Dojutsu en sus ojos le permitió ver a través de ella, ese pequeño destello en su interior.
—Siempre tienes una sorpresa bajo la manga, pequeño zorro. —murmuró el Otsutsuki.
La rubia tenía su atención al frente, manteniendo el chakra en la mira, una ira consumió su ser en instantes. Pensaba en forma de como tratarlo.