026

92 11 1
                                    

Sus labios fueron sellados. Sus ojos se abrieron como platos de la sorpresa, observo al chico invadiendo su espacio personal.

Shikadai no desistió cuando intento separarse. Atrapó firmemente sus mejillas y profundizó el beso. Ambos no notaron cuando el cuerno característico de los Otsutsuki fue desapareciendo y los ojos de la joven se volvieron azules.

La luna fue testigo de tal acto de ambos jóvenes.

Cuando se separaron cayeron en cuenta de la posición en la que estaban. Ambos vieron hacia abajo, no tardaron en gritar cuando empezaron a caer. Shikadai atrajo el cuerpo de la chica contra el suyo. Atravesaron la copa del árbol partiendo pequeñas ramas.

Ellos se quejaron por el fuerte impacto, más Shikadai que Hinako. La Uzumaki abrió sus ojos, hasta eso le dolió hacer. Observo al chico tendido a su lado.

—¿Estas bien? —pregunto él.

—Me duele todo. La cabeza me da vueltas...

El Nara abrió sus ojos para verla. No pudo evitar sentirse mal al ver la sangre seca en su cuerpo.

—Debemos informa sobre lo que pasó. —le recordó el de coleta. Ella asintió.

—Escucha, Shikadai. Yo-..

—Si quieres olvidar todo lo que pasó antes no me opondre. Es tu decisión. Pero... quiero que sepas que todo lo que dije no fue mentira.

—¿Por qué ahora..?

Él levanto la cabeza cuando la escucho sollozar otra vez. Su corazón se partió en dos.

—¿Por qué cuando al fin te olvidaba...? Regresas. —oculto su rostro creyendo que no la escucharía.

—De verdad lamento si te hice sentir inferior antes. Jamás quise que te sintieras así, tú eres mejor que nosotros. Eres alguien fuerte, genial, divertida y única, Hinako. —declaró el de ojos verdes. Se levanto usando todas sus fuerzas y quito las manos de la chica de su rostro.

—Shikadai...

—Me gustas, Hinako. Y espero que tu aún sientas lo mismo que yo.

Ella apretó los labios. Azul y verde se veían fijamente. Entonces río.

—¿Que es gracioso?

—Veo dos Shikadai... Necesito un hospital.

—Me alegra saber que ambos están bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me alegra saber que ambos están bien. Buen trabajo en la misión. —los felicito Naruto— Y veo que ambos se arreglaron.

Hinako y Shikadai se vieron de reojo. Sonrieron.

—Pasaron muchas cosas, pero creo que ya estamos bien, papá. Aunque aún queda un asunto que resolver.

El Uzumaki asintió. Les permitió retirarse dándoles el resto del día libre. Ambos caminaban sin rumbo alguno, iban lado a lado. Obviamente aún tenían un asunto que arreglar con urgencia.

Mujer problemática [Shikadai Nara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora