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Contuvo la respiración al escuchar de nuevo su voz, tarareaba una melodía suave con su nombre en medio. Al tomar la decisión dudo un podo de sí era la correcta, pero era eso o perder la Aldea. Prefirió guardar silencio.

—Vamos, niño. Esconderte no sirve para nada ¿Olvidas el poder ocultar de tu amiga y los Otsutsuki?

De repente el árbol donde estaba escondido fue partido a la mitad, Shikadai se alejo lo más rápido que pudo. Era imposible pensar si siempre tenía que escapar de él.

—Ahora que lo pienso... no te necesito. Puedo encontrar Konoha por mi cuenta.

Logro ver el Byakugan en sus ojos. No sabia toda la información del Kekkei Genkai de los Hyuga, solo lo básico y que si era forzado el portador podría quedar temporal y eternamente ciego.

Hinako dio la vuelta sobre sus pies. Emprendió su caminar a cualquier dirección para buscar la Aldea.
Antes de siquiera dar el tercer paso su cuerpo fue paralizado, supo al instante quien era el culpable.

—¿Ahora que, niño? No tengo tiempo, ella-...

Shikadai espero que terminara su oración, pero él se quedó callado. Fueron solo segundos, pero juro escuchar un quejido de su parte.

—¡Suficiente! No tengo paciencia para ti.

El Nara sintió como él intentaba liberarse de su Jutsu. Perdía el agarre, iba a liberarse pronto.

Piensa. ¡Piensa, Shikadai!

El cuerpo de Hinako empezó a dar la vuelta, ambos conectaron miradas y ella sonrío. Poco a poco logró levantar su brazo.

—¿Como lo llamaba ella...? —Lo pensó unos segundos— Ya me acorde... Rasengan Estilo Bala.

De forma inesperada y veloz el Rasengan fue disparado contra su cuerpo, el Jutsu daño su brazo llegando al punto de sangrar.
Shikadai cayó al suelo deshaciendo el Ninjutsu, levantó la cabeza con dificultad y observo a Ekko dirigirse hasta él.

—No lo entiendo. Siendo así de debil... ¿por qué te opones a mi?

El Nara se arrastro intentando llegar hasta el cuerpo de la chica, quien se detuvo a unos pasos de su ubicación.
Teniendo pocas fuerzas pudo llegar a sujetar su tobillo con sus manos.

—¿Por qué sigues peleando? Incluso sabiendo que morirás a manos de ella.

《—Shikadai. No entiendo lo que sucede entre Hinako y tu, pero espero puedan arreglarlo.

—¿Piensa dejar que renuncie a su cargo de Chunnin?

—No. Si ella vuelve por la misión, hazme un favor.

—Si. —el Nara asintió.

Cuídala. Se que en sus entrenamientos y misiones estuvo distraída. Hasta Boruto lo nota. Así que espero que cuando vuelvan de la misión sea sanos y salvos.

—Claro que si. Yo la cuidare.

—¿Ya me dirás por qué Hinako no quiere ir contigo?

—Quizá sea ella quien deba decirle, Hokage.

De repente la puerta fue abierta de un golpe.》

—Porque yo.. prometí cuidarla, llevarla a la Aldea sana y salva. Se lo prometí a su padre y no retiraré mis palabras...

Sintió como su cuerpo se estremecía. Alzó la cabeza de nuevo al sentir como Ekko retrocedía, sujetaba su cabeza y al conectar miradas observo su ojo azul.

Mujer problemática [Shikadai Nara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora