007

179 18 0
                                    

Bajo las escaleras con entusiasmo, tanto que salto los últimos escalones, entro a la cocina buscando algo de comer hasta que vio a Kawaki en el suelo.

–¿Que haces allí, tonto?.

–No te interesa.

–Te aviso que mamá ya limpio, le gusta limpiar todos los días. Yo lo hago a veces, pero me aburre y lo dejó todo a la mitad. No es divertido.

–Ya cállate. Busco la última pieza del jarrón.

–¡Ah!– Kawaki golpeó su cabeza con la mesa por el grito de la Uzumaki.

–¡Que te sucede!.

–El jarrón. Lo vi cuando bajaba, hiciste un gran trabajo. Seguro Himawari estará feliz de verlo.

–Tks. Aún pierde agua así que no está completo.

–Entiendo. Pero posiblemente ya esté en la basura. ¿Quieres que te ayude?.

–No. Vete a hacer otra cosa.

–Hoy no tengo misiones, estoy en piyama y aburrida.

–¿Entrenar?.

–El sabio pervertido está ocupado como para entrenar conmigo. ¡Vamos!.

–Bien. Deja de molestar.

Hinako festejo y empezó a buscar el pequeño trozo del jarrón.
Llevaban al menos cinco minutos buscando el pedazo faltante, entonces Kawaki suspiro.

–¿Pasa algo?.

–Que remedio. Tendré que rellenar el agujero.

–¿Seguro?. Yo podría-

Kawaki se tambaleó unos segundos antes de recobrar la postura.

–¿Kawaki?– este miro su mano –¿Estas bien?. ¡Kawaki!– se arrodillo cuando el cayó al suelo –Kawaki, ¿que sucede?.

–¿Que le pasa.. al karma?.

–¡Papá!. ¡Papá, ven rápido!.

–¿Qu ocurre, Hinako?.

Los tres de pronto vieron un agujero negro aparecer en medio de la sala y una persona salió de ella.

–¿Que...?.

–Tu... Jigen.

–Él es...

–Esto parece un comedor– miro su alrededor –Discúlpame, Naruto Uzumaki. Entre a tu casa sin quitarme los zapatos.

–Eso no importa. ¿Tu eres Jigen?. Quería conocerte.

–Solo vine a buscar a un niño desobediente. No quiero iniciar ningún conflicto. Aunque es una pena que Boruto no esté presente. Aunque Hinako es casi lo mismo.

–¡Déjate de tonterías!.

Naruto se lanzó hacia Jigen, pero no contaba con la velocidad que él poseía, fue lanzado fuera de su hogar, extendió su brazo y su cuerpo fue atravesado por clavos.

–¡Papá!.

Konohamaru junto al jounnin entraron a la casa al escuchar los gritos, ella miró sus manos, temblaban demasiado.

Al fin conocía a Jigen y su reacción fue temblar. Cerro sus ojos al escuchar los gritos de Konohamaru.

–¿Y tu eres un jounnin de Konoha?.

–¡Ya detente!– grito al borde de las lágrimas.

Retrocedió al escuchar sus pasos otra vez adentro.

Mujer problemática [Shikadai Nara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora