Capítulo 15: Mi familia

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Felipe

Al voltearme en la cama siento la fuerte luz del sol directo en mi rostro, abro los ojos esperando acostumbrarme a ella. Al moverme siento una mano moverse por mi pecho, bajo un poco la vista y observo a Yeniffer la cual duerme plácidamente, sin contar que esta prácticamente encima de mí.

En la madrugada después de nuestro encuentro sexual, ella se quedó dormida y yo lo hice después. Al parecer estaba teniendo una pesadilla por que unas horas después me despertó ya que no hacía más que susurrar lo que parecían ser nombres, solo logre entender uno.

Aurora.

Al mencionarlo su cuerpo se estremecía, por suerte logré calmarla entre sueños y logro dormir.

Pude dormir, sí lo hice, pero algo inquieto.

El cabello cubre por completo su rostro, si ella no se levanta con dolor de cuello es un milagro. Esta boca abajo, pero su cabeza está de lado, una de sus manos está sobre su espalda y la otra en mi pecho; una de sus piernas está estirada por completo mientras que la otra está semi recogida.

Vaya que es un desastre durmiendo.

Sin hacer mucho movimiento me levanto, y entro al baño luego de hacer mis necesidades me lavo las manos, entre los gabinetes del baño encuentro varios cepillos de dientes y tomo uno, junto a la crema dental.

Luego de haberme cepillado los dientes, salgo del baño envolviendome en las caderas la toalla morada que encontré colgada en la pared de la habitación, abandonó la habitación y voy hacia la sala. Tomo mi teléfono al verlo y hago una llamada mientras busco en la cocina algo para preparar el desayuno, le doy indicaciones a la chica que me atendió y mientras lo hago recojo las prendas que ahí se encuentran, pasado unos minutos le cuelgo.

Encuentro lo que considero necesario y comienzo a cocinar. Termino de hacerlo y recojo el desorden que siempre dejo, lavo lo que he ensuciado y algunos utensilios que se encontraban.

Mi teléfono comienza a sonar y lo tomó, suelto un suspiro al ver que es mi madre pero en una video llamada, le contestó y ella sonríe ampliamente.

—¡Mi querido hijo, que bueno que contestas! —saluda entusiasmada.

—Hola mamá. ¿Cómo estás?

—Estoy bien, y por lo visto tú también. —ella me observa y luego frunce el ceño. —¿En dónde estás?, ese no es tu apartamento. —informa rápido.

—No lo es, estoy en casa de una amiga. —ella sonríe de forma pícara.

—¿Una amiga? —asiento ante su cuestionamiento. —¿Y en la casa de ella andas de nudista? ¿Qué acaso es lesbiana o que?

Me río ante su pregunta: —No mamá, no es lesbiana. Es la chica que te conté que casi atropelló. —ella abre su boca en un "oh" mientras asiente. —Resulta que es la mejor amiga de Alejandra, la secretaria de Cameron. Y bueno ayer volvimos a vernos, hablamos un poco y yo me quedé a dormir con ella. —le explicó.

Ella me da una mirada de esas que no la convencen de mucho.

—¿Qué mamá?

—Esa misma charla le eche a mi madre cuando conocí a tu padre, "me quedé a dormir". Eso no te lo creés tú, ¿ella dónde está?

—Durmiendo aún, estaba preparando el desayuno. —encojo los hombros. —Bueno me quedé a dormir, y sí tuvimos sexo. ¿Contenta? —solicitó y ella sonríe mientras aplaude contenta.

—Claro que sí, y quiero conocer a esa chica... ¿Cómo se llama?

—Yeniffer, Yeniffer es su nombre.

Después De Esa Noche²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora