cap. 54

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luego de ese percance, misha se notaba realmente pensativa, sabia que muy rara vez pensaba en que haríamos si alguno en algún momento faltara, pero deberíamos de ser fuertes y entender que esa era la realidad para todos, incluso para un ser inmortal como yo.

- admón, ¿tu tambien puedes morir?- la pregunta de misha se sintió como si me hubiesen lanzado un balde de agua fría a la espalda.

- ¡por supuesto que puedo morir! todos moriremos en algún momento, incluso yo.- sabía de antemano que me iría primero que ella, asi que no tenia sentido ocultar el hecho de yo tambien podía morir como cualquier otro mortal.

misha no dijo nada más, simplemente siguió manejando rumbo a casa, cuando llegamos a casa hice que se no támara el medicamento y la mande a dormir, ella extrañamente seguía sin decir palabra alguna, y en realidad yo no quiera obligarla a hablarme, por lo que sabia que debía darle su tiempo, ella se fue a la cama y nadie dijo nada esa noche.

al día siguiente, ella se levanto primero que yo, cosa que me resulto realmente extraña, preparo su desayuno, tomo su medicina y salio del casa sin decir nada más, no dijo a donde iba, ni que era lo que iba a hacer durante el día, por lo que simplemente supuse que iría por ahí.

estuve haciendo las cosas del hogar durante todo el día, por lo que realmente no me di cuenta si misha había llegado a la casa, intente llamarle mas de un par de veces, pero ninguna contesto, por lo que debía darle su tiempo...

eran pasadas las 12 de la noche y misha al fin se digno en llegar a casa, yo por mi parte la estuve esperando para prepararle la cena, pero ella simplemente se fue de largo a la habitación y me ignoró, guarde la cena y tambien me fui a dormir, ninguno dijo nada esa noche tampoco.

me desperté pasadas las 4 am, esperaba que misha ya quisiera hablar un poco conmigo para saber que era lo que estaba pasando y asi poder arreglarlo hablando, pero paso lo mismo que la mañana anterior, misha simplemente preparo su desayuno, se arreglo y sin más que decir intento salir de casa, pero esta vez no iba a permitirlo, no sin saber que era lo que le estaba pasando.

- ¿podrias decirme que es lo te pasa? recuerda que siempre puedes confiar en mí.- debía darle la confianza necesaria para que ella pudiera contarme que era lo que le pasaba, pero la ansiedad se estaba apoderando de mí, no sabia que era lo que debía hacer o decir, dado que según yo no había hecho nada malo para que ella se comportará de esa forma.

- lo que me pase, lo que haga y lo que sienta no es de incumbencia, asi que quítate del camino y no me estés estorbando, ah, y no me esperes despierto hoy, que tal vez ni llegue a dormir.- misha me empujo para que me apartara de la puerta, era la primer vez que ella hacia algo asi.

- misha. . .- no pude hacer nada más.

realmente no sabia que era lo que había hecho mal, no recuerdo haber hecho algo para que misha se comportara de esa forma conmigo, ¿será esto lo que dijo lucifer? ¿realmente misha había dejado de amarme? ¿acaso ella había encontrado a alguien mejor que yo? ¿ella me iba a abandonar? ¿ella ya no me amaba?

cientos de preguntas pasaban por mi cabeza, desafortunadamente ninguna tenia una respuesta concreta, por lo que lo único que podía hacer era llorar y esperar a que fuera misha la que viniera a decirme que todo lo que estaba pensado era cierto, pase ese día pensando en que lo que hice mal, que fue lo que dije mal, cuando cayo la noche misha cumplió lo que había dicho, ella no llego a dormir a casa esa...

EL PRIMER AMOR DE LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora