¿El diablo existe? ¿El destino existe? ¿Habré hecho algo mal en mi otra vida? ¿Acaso esto es una especie de broma? ¿Esto es un castigo divino?
¿Que pasaría si lucifer reencarnara en un mundo omegaverse? Muchos creerían que sería un alfa, pero a vece...
Era un día como todos los días, me levanto, hago mis necesidades, al finalizar voy a que me exploten en el trabajo. Vivir siendo una alfa es difícil, pero no más difícil que vivir siendo un omega. Me da pena decir esto, pero no tenemos elección, hola soy misha, y soy la alfa más Virgen que algunas vez hayan conocido, no es porque yo quiera, si no todo lo contrario, el estilo de vida que llevo no me da tiempo de tener las necesidades básicas de un alfa, eso es muy frustrante, después de esta pequeña introducción, comencemos. Narra misha Llegue a mi oficina, la cual era más que un infierno, lo primero que vi al entrar al elevador fue a un pequeño omega, el cual actualmente era cortejado por todos los alfas de la oficina, ni siquiera era tan lindo. -Buenos días, misha- dice el pequeño omega con una hermosa sonrisa. - buenos días, lo siento, ¿cual era tu nombre?- yo era demasiado olvidadiza al momento de recordar a personas irrelevantes en mi vida. - te lo digo todos los días- dice algo decepcionado. - lo siento, me es difícil recordar- digo rascándome la cabeza. - me llamo haruki, kendo haruki, estuvimos juntos en la escuela secundaria. - de verdad, lo siento mucho- esto se estaba poniendo muy incómodo- supongo que te olvide después de la secundaria. - también estuvimos en la misma preparatoria, y en la universidad compartíamos clases de contabilidad- dice ya bastante decepcionado. No sabía que decir, este omega me conocía de años, me sentía como la peor persona que existe en el mundo, solo esperaba un milagro para ser salvada de tan incomoda situación. Estaba apunto de rezar cuando la puerta del ascensor de abre de la nada. - lo siento. . . - haruki- dice él omega soltando un suspiro. - haruki, lo siento, pero esta es mi bajada, adiós- salí de, elevador a toda velocidad. <<dios, ya me canse de ser tu guerra más fuerte>>.
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